De razones y pasiones-Una estatua en Reforma a cambio del INM y Conavim

Con singular entusiasmo, Beatriz Gutiérrez Müller -esposa del Presidente López Obrador-, celebró la decisión del gobierno de la ciudad de México de retirar la escultura de Cristóbal Colón sobre Paseo de la Reforma. Será remplazada por una estatua de una mujer indígena.

Es acaso la pírrica y vergonzosa recompensa frente a la pretensión de expresar en el organigrama lo que ya sucede en el presupuesto: la desaparición del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), entre otros organismos.

Bajo el falso argumento de la austeridad y la duplicidad de funciones, el Presidente prepara un golpe mortal a todo el andamiaje institucional para la protección de los derechos humanos, la igualdad de género y la prevención de la discriminación, con lo que estaría consumando su venganza personal en contra del movimiento feminista que tanto lo ha cuestionado.

La semana pasada, las periodistas Martha Anaya y Sara Lovera revelaron un plan para eliminar de un plumazo el Inmujeres y la Conavim además del Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), y de paso, hasta el Consejo Nacional de Población (Conapo).

La decisión del Presidente implicaría derogar al menos cinco leyes, con lo que se nulificaría la política de género, la de población y se tirarían al cesto de la basura los incipientes avances para detener la violencia contra las mujeres. Apenas en su Tercer Informe de Gobierno, el propio mandatario habría reconocido que el feminicidio es uno de los delitos de alto impacto que ha aumentado durante su administración.

En julio del año pasado, López Obrador dijo: “No estamos abandonando a las mujeres, estamos protegiendo a las mujeres, se está castigando a los que asesinan a las mujeres, los feminicidios. No hay disminución de presupuesto, nunca se había protegido tanto a las mujeres de México como ahora.”

Un día después, la Junta de Gobierno del Inmujeres, órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación, aprobó una reducción a su presupuesto del ¡75 por ciento! Hoy la incidencia de feminicidios está en su nivel histórico más alto y el presupuesto de al menos 11 programas destinados al cuidado, la atención y la defensa de las mujeres se redujo hasta en mil 400 millones de pesos.

El recorte al presupuesto impactó de manera más significativa a las mujeres indígenas, residentes en zonas de alta marginación, aquellas que contaban con pequeño negocio para subsistir y también a las que actualmente se encuentran desempleadas a causa de la pandemia.

En la lógica del Presidente, todos estos organismos resultan ser accesorios porque otras dependencias ya cumplen con estas funciones. De esta forma, la Conavim -clave para el combate a la violencia contra las mujeres-, será parte del Inmujeres. A su vez, este Instututo dejará su autonomía y se incorporará a Gobernación; además, el Consejo Nacional de Población (Conapo) pasará a ser parte del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

La desaparición de estas instituciones construidas a lo largo de muchas luchas sociales, principalmente de grupos feministas, ni siquiera tiene una razón ideológica, salvo la misoginia personal de López Obrador. Simplemente busca mitigar la profunda crisis financiera del gobierno federal y salvar sus proyectos estratégicos de infraestructura.

Sin recursos ni programas que garanticen su protección y bienestar, las mujeres tendrán que conformarse con ir a contemplar la nueva efigie del Paseo de la Reforma.

La del estribo…

1. Antes de entregarle contratos millonarios, nadie en el gobierno de Tabasco sabía que Felipa Obrador era prima del Presidente. Tampoco lo sabían en Pemex. No tardan en decirnos que ¡ni siquiera López Obrador conocía de la existencia de su prima!