“El Vampiro de Düsseldorf: La historia del asesino en serie más infame de Alemania”

En la ciudad de Düsseldorf, Alemania, operó uno de los asesinos en serie más infames de la historia: Peter Kürten, también conocido como “El Vampiro de Düsseldorf” o el “Monstruo de Düsseldorf”. Durante su reinado de terror, que abarcó desde el 25 de mayo de 1913 hasta el 7 de noviembre de 1929, Kürten no solo se cobró la vida de sus víctimas, sino que también las agredió sexualmente. Además, cometió crímenes atroces como incendios intencionales y intentos de asesinato.

Kürten fue condenado por nueve asesinatos y se descubrió que había intentado asesinar siete veces más. El científico forense alemán Karl Berg describió a Kürten como “el rey de los pervertidos sexuales”. Por sus crímenes, fue condenado a muerte por decapitación. Finalmente, fue ejecutado en julio de 1931, a los 48 años de edad.

El apodo “El Vampiro de Düsseldorf” se origina de los momentos en los que Kürten intentaba beber la sangre de las heridas de sus víctimas. Según 9News, la última comida de Peter Kürten consistió en Wiener Schnitzel, papas fritas y una botella de vino blanco.

En 1965, se estrenó la película “El Vampiro de Düsseldorf”, que mostraba la vida y los crímenes de Peter Kürten. Según IMDb, la sinopsis de la película dice: “Una historia real sobre Peter Kurten, un asesino en serie que cometió nueve asesinatos y muchos otros delitos en Düsseldorf durante la Gran Depresión”.

“El Vampiro de Düsseldorf” fue dirigida por Robert Hossein y protagonizada por Hossein, Marie-France Pisier, Roger Dutoit y Annie Anderson.

¿Cuáles fueron las últimas palabras de Peter Kürten?

Según Biography, las últimas palabras de Peter Kürten fueron: “Díganme, después de que me corten la cabeza, ¿podré seguir escuchando, al menos por un momento, el sonido de mi propia sangre brotando del muñón de mi cuello? Ese sería el placer que superaría a todos los demás”.

Peter Kürten nació en extrema pobreza en Mülheim am Rhein el 26 de mayo de 1883. Sus padres tuvieron trece hijos, siendo Peter el mayor. Además de ser alcohólicos, sus padres eran abusivos. La familia vivía en un apartamento de una habitación. El padre de Peter solía emborracharse y golpear a su esposa e hijos. Además, obligaba a su familia a reunirse frente a él y ordenaba a su esposa que se desnudara y tuviera relaciones sexuales con él mientras los niños miraban. El padre de Peter también fue a la cárcel por violar regularmente a su hija mayor, que tenía 13 años.

Cuando Peter Kürten cumplió 13 años, entabló una relación con una niña de su edad. Aunque participaban en actos sexuales, la niña no permitía que él tuviera relaciones sexuales completas. Para satisfacer sus impulsos sexuales, Kürten practicaba la bestialidad, es decir, mantenía relaciones sexuales con animales. El adolescente realizaba estos actos con ovejas, cerdos y cabras. Además, afirmaba que justo antes de alcanzar el orgasmo, apuñalaba a los animales. En una ocasión, incluso intentó violar a la misma hermana que su padre había agredido.

El primer asesinato de Peter Kürten ocurrió el 25 de mayo de 1913. Encontró a una niña de nueve años llamada Christine Klein durmiendo en su cama y la estranguló. Luego, procedió a cortarle la garganta dos veces con una navaja de bolsillo. Además, eyaculó cuando escuchó la sangre de Klein goteando en el suelo.

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