Reflexiones del galeno-A un buñuelo de entrar al hospital

Está por iniciar el Guadalupe – Reyes la próxima semana y aunque quisiera creer que todos permanecerán en sus casas y evitarán aglomeraciones por aquello de la pandemia que aún enfrentamos y por la próxima inevitable ola de contagios que sabemos que estas fiestas traerán, sé bien que esta temporada estará tan llena de posadas y celebraciones como cada año y que se comerá, se beberá y se bailará tanto o más que otros años.     

Me resulta difícil pensar en diciembre y no pensar en comida, para mí y supongo que, para la mayoría de todos nosotros, al rememorar nuestras fiestas decembrinas casi podemos saborear el ponche, los buñuelos, los romeritos y el pavo; casi como escena de comercial de coca cola, de esos que salían en la tv por el 2002.

Hay un secreto a voces por las áreas de urgencias y de admisión continua, hay 3 cosas que no pueden faltar en los ingresos hospitalarios en diciembre, las infecciones respiratorias, los diabéticos e hipertensos descontrolados y los que se pasaron de copas e ingresan alcoholizados a un grado absurdo.

Hagamos un ejercicio, piensa en las personas de tu familiar que asistirán a tu celebración de temporada, ¿Cuántos son obesos? ¿Cuántos son diabéticos o hipertensos?, inclusive, piensa en ti y en lo permisivo que eres en tu dieta por estos días, en el “No importa iniciamos la dieta en Enero”, o en la serie de posadas que ya tienes agendadas de aquí al día de reyes, pretextos simplemente para tomar con los amigos.

Odio ser la voz de la razón, bueno solo a veces lo odio, durante este año hemos reflexionado a lo largo de las columnas sobre la alta incidencia de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, hemos hablado sobre el estado actual de las unidades sanitarias y lo sobresaturado que se encuentra el sistema de salud por la pandemia del covid y por la pandemia de enfermedades  que se ignoraron  por atender la contingencia, hemos hablado de la importancia de la prudencia y de la contención de enfermedades y el papel del sentido común en nuestro día a día para evitar ingresos por cosas totalmente prevenibles, como lo son el descontrol de una diabetes por ingerir cantidades industriales de buñuelos o crisis hipertensivas por entrarle durísimo a los romeritos y el bacalao, ya ni hablemos de los ingresos por congestión alcohólica.

Este año te propongo algo diferente, en una época como esta que se trata de compartir, estar bien con los demás y pregonar los buenos deseos y el buen espíritu, seamos extra consientes y pensemos en los demás para variar, busquemos alternativas para nuestras cenas, conduzcámonos con moderación, dejemos las camas de hospital para aquellos que de verdad no tienen opción. Creo que la mayoría del tiempo pecamos de inocentes, creemos que nuestras pequeñas decisiones no tienen trascendencia, porque la mayoría de las veces no nos enteremos de nada o decidimos no ver más allá, pero sí, ni si quiera hay que ir tan lejos, evítense pasar un mal trago en navidad, mejor regaña a tu tío o papá y tengan una linda época. Evitemos los excesos y mejor esa buena fortuna que sea compartida con los menos afortunados.

TFA