Retrato Ormeta-El ascenso y caída del magistrado José Luis Vargas de la presidencia del Tribunal Electoral

La actual integración de los siete magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral entró en funciones en noviembre de 2016, y durante el transcurso de esa fecha hasta hace unos días se habían formado distintos grupos. En un principio, se encontraba el grupo oficialista conformado por la magistrada Mónica Soto, el magistrado Felipe Fuentes y el magistrado José Luis Vargas; por la otra esquina se encontraba el grupo garantista conformado por la magistrada Janine Otálora, el magistrado Reyes Rodríguez y el magistrado Felipe de la Mata. Cabe mencionar que, el magistrado Indalfer se encontraba en el limbo de estos dos grupos, pues en algunas ocasiones se sumaba al grupo oficialista y en otras cerraba filas con el grupo garantista.  

Así, durante dos años estos dos grupos dividían las votaciones en el tribunal electoral, tomando en consideración que el grupo garantista ocupaba la preciada presidencia del tribunal bajo la figura de la magistrada Otálora. Sin embargo, este equilibrio fue roto cuando el grupo oficialista -reconocido por su tendencia a votar a favor de conceder deferencia al interés del gobierno en turno- dio un golpe de timón al grupo garantista -conocido por tener resoluciones judiciales con una robusta protección a los derechos humanos-. En efecto, en octubre de 2018 el grupo oficialista comandado por el magistrado Vargas decidió dar un leñazo a la magistrada Otálora al poner en tela de juicio su imparcialidad para resolver las impugnaciones de Nuevo León, pero sobre todo, por retrasar la votación para declarar la validez o no de la elección de gobernador en Puebla.

Bueno, al terminar el proceso electoral de 2018 se sumó el factor de tener un gobierno entrante y contar con un nuevo presidente de la Corte; asimismo, la presión ejercida por Vargas en los medios de comunicación en donde acusaba a la magistrada Otálora de no llevar a buen puerto el tribunal rindió frutos, pues consiguió la renuncia de la magistrada de la presidencia y también la reagrupación de los grupos. Así, el grupo oficialista asumió la presidencia del tribunal electoral bajo la figura del magistrado Felipe Fuentes con la finalidad de concluir el periodo de la magistrada defenestrada y también logró sumar al magistrado Felipe de la Mata y al magistrado Indalfer, estos últimos ganando posiciones en las direcciones del tribunal, así como en el escuela judicial electoral. De tal forma que, en el original grupo garantista sólo quedaron la defenestrada Otálora y Reyes Rodríguez. 

Sin embargo, las turbulentas aguas del Tribunal no se apaciguaron y en la renovación de la presidencia del tribunal en octubre de 2020 volvieron a salir a flote las rencillas, pues todo parecía indicar que el magistrado Felipe Fuentes lograría la reelección; sin embargo, no contaba con la audacia y el plan que había tejido su “aliado” Vargas. Sí, aprovechando la cargada que el partido oficial en el gobierno estaba haciendo en contra del Tribunal por su incapacidad para resolver el asunto de su presidencia entre Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo, el magistrado Vargas se vendió como un interlocutor no sólo para zanjar este asunto, sino para ser un medio de comunicación entre el tribunal y el gobierno-partido en el poder. Así, al tener amarrado el apoyo partidista sólo necesitó que se filtrará información que perjudicará al magistrado presidente Fuentes, lo cual sucedió y con ello, reventaba las aspiraciones releccionistas de Fuentes.

De tal forma, Vargas pudo llegar a la presidencia del Tribunal Electoral, pero llegaba con un grupo oficialista ya desdibujado, pues el magistrado Indalfer se bajó del barco para sumarse al menguado eje Otálora- Rodríguez y el magistrado Fuentes a pesar de haber apoyado la elección de Vargas, quedó lastimado por la forma en que fue bajado de su aspiración. En tales condiciones, el magistrado Vargas asumía el cargo…

Omerta: A pesar de que en estos momentos el Tribunal Electoral tiene dos presidentes, me narran que la injerencia del poder político y del máximo órgano judicial del país buscarían que ninguno sea el actual del presidente, por lo que, buscarían una tercer vía…Lo cual, sucedió.