Retrato Ormeta-El Trasfondo político de la Revocación de mandato

Retrato Ormeta-El Trasfondo político de la Revocación de mandato

El presidente de la República ungió a sus colaboradores más cercanos para que a toda costa se convocará a un segundo periodo extraordinario en la sede Legislativa con la única finalidad de que se analizará de forma exprés su iniciativa de ley que reglamenta el texto constitucional de la revocación de mandato. Al inquilino de Palacio Nacional le urgía que se aprobará de forma casi inmediata su iniciativa de ley sobre el referido tema porque es un asunto que puede dar grandes réditos políticos si se le reglamenta jurídicamente bien y también, la premura de que se discutiera la revocación de mandato radicó en que se buscaba evitar que la nueva integración de legisladores en la Cámara de Diputados le metiera mano a su idea original.

En efecto, el tema de revocación de mandato se ha vuelto una prioridad para el presidente de la República y esto en gran medida porque para su entendimiento, no va a someterse a una revocación sino a una ratificación de mandato. Sí, en la cabeza presidencial consideran que el tema de la revocación debe entenderse y manejarse como un asunto bajo el cual se le preguntaría a la ciudadanía si desean o no que el actual presidente de la República continúe ejerciendo sus facultades constitucionales como cabeza del Poder Ejecutivo. Esto es, el presidente sabe que si controla la iniciativa y el andamiaje jurídico puede convertir el tema de la revocación en un asunto de ratificar o no su continuidad en el cargo.

Por ello, la premura de ser la figura presidencial quien envié la ley reglamentaria que regule el concepto constitucional de revocación de mandato, pues si controla la iniciativa de regular una figura tan hueca en términos jurídicos se puede tener la voz de mando respecto a su contenido y alcances. Sin ir más lejos, la iniciativa presidencial busca poner trabas jurídicas para que sólo ciertos actores políticos estén facultados para convocar a este ejercicio, así como también busca formular la pregunta -que se sometería a la ciudadanía- de tal forma que sea una interrogante cargada hacia la ratificación de su gestión y no para su destitución del cargo. En esa línea, también la iniciativa presidencial quiere atar mucho las manos del arbitro que organice y califique este ejercicio, para que en todo caso, la organización y calificación tenga nudos confusos que provoquen resultados oscuros, sujetos a interpretación benéfica presidencial.

De ahí que, la figura presidencial busca secuestrar este ejercicio democrático en beneficio de sus réditos políticos, pues al buscar desvirtuar el espíritu de la revocación de mandato para lograr fortalecer su figura políticamente en miras de la sucesión presidencial, lo que esta provocando es que esta usando un arma ciudadana para beneficio de sus intereses partidistas. Sí, al buscar regular la figura de la revocación de mandato tal como quiere, se esta buscando utilizar a la ciudadanía para preguntarle si desea o no que continúe la actual administración pública federal, cuando bien debe ser un ejercicio utilizado sólo por la ciudadanía como herramienta de reserva para echar a patadas a sus malos gobernantes.

Así, al actual gobierno se le olvida que la figura de revocación de mandato es una herramienta constitucional que sólo debe ser echada a andar por la ciudadanía para que se castigue a los malos gobiernos, y que es un constructo jurídico que debe ser regulado con finos detalles para que se convierta en un ejercicio desarrollado por los mismos ciudadanos para que arroje resultados claros, vinculantes y apegados al marco constitucional. De tal manera que, si el gobierno es la figura principal que echa andar este mecanismo y se convierte en la voz dominante, entonces estaremos frente la ratificación de mandato y muy lejos de la revocación de mandato que señala el texto constitucional.

Ormeta: Para no prender más los mecheros internos en el Tribunal Electoral, todas las decisiones relevantes y de gran interés público que se sometan a su jurisdicción serán sometidas a diversas conversaciones para llegar a consensos entre los magistrados… Todo saldrá con consenso o no saldrá.   

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