Retrato Ormeta-La reunión de AMLO y Biden: La reunión pragmática

Con dos formaciones muy distintas y, sobre todo, con dos visiones del mundo muy paralelas, tanto el presidente de Estados Unidos Joe Biden como su homólogo el presidente de México López Obrador llegan a una reunión para discutir diversos asuntos de la agenda entre estos dos países vecinos. Es la primera vez que se reúnen, por eso es tan estridente esta reunión, pues es enigmática e incierta acerca del resultado que tendrá y también resulta aleatoria por la forma en qué se desarrollará. Incertidumbre que ha sido alimentada por ambos líderes, pues mientras el presidente mexicano ha juntado una serie de desaires e incluso sabotajes diplomáticos a su par norteamericano, este último ha dado señales de buen trato, aunque por debajo de la mesa ha soltado golpes al mandatario mexicanos.

En efecto, la reunión será de alto impacto porque está la interrogante acerca de cómo recibirá Joe Biden al presidente López Obrador en la Casa Blanca, teniendo como antecedentes que el mandatario mexicano se tardó una eternidad reconociendo el triunfo electoral de Biden con la clara intención de ver qué cauce tomarían las acciones emprendidas por el republicano Trump. Sí, para nadie es un secreto que López Obrador tiene una excelente relación con el magnate y ex presidente americano Trump, es más podríamos decir que tiene una afinidad terrible con el republicano. Una relación que explica el por qué el presidente mexicano se ha empeñado en contradecir una y otra vez al presidente demócrata, pues desde el intento de sabotaje a la Cumbre de las Américas hasta las constantes declaraciones en sus famosas mañaneras tienen como trasfondo que el originario de Tabasco tiene su corazón político flechado por el empresario neoyorkino.

Todas provocaciones que han sido respondidas y contenidas con mesura por Joe Biden, quizás no mostrando su lado fuerte, pero sí dando contestaciones precisas para neutralizar al exaltado López Obrador. En efecto, le ha metido varios calambres al mandatario mexicano, pues como ejemplo, tenemos la operación diplomática encabezada desde la Casa Blanca para frenar el intento de sabotaje para que no acudieran varios países latinoamericanos a la Cumbre de las Américas porque excluyeron a Venezuela y demás países encabezados por dictadores, dejando como resultado a un presidente mexicano sólo y como un niño berrinchudo al que muy pocos hicieron caso. Más aún, usando el TEC-MEX, el gobierno norteamericano ha amenazado con meter al gobierno mexicano en litigios internacionales interminables si deciden no respetar las actuales leyes energéticas y laborales, una de las tantas razones que tumbaron la fallida intentona de reforma constitucional en el sector eléctrico mexicano.

Por tal motivo, será interesante ver como se reacomoda esta reunión de alto impacto que pone en juego muchos intereses entre ambos lados de la frontera. Por un lado, el presidente Biden no necesita abrir otro frente en el sur de su frontera, pues tiene como principal objetivo resolver la crisis de Ucrania y en el continente, debe mantener a raya a los nuevos gobiernos entrantes como el colombiano que planea una nueva forma de relacionarse con el gobierno americano, tomando en cuenta que la popularidad de Biden anda por los suelos entre sus correligionarios. En su lado, el mandatario mexicano no necesita pelearse con la Casa Blanca porque sí lo hace, sólo aumentará las sospechas de que es un líder temperamental que antepone sus caprichos a los intereses nacionales, y con ello, las inversiones americanas continuarán dejando suelo mexicano agravando la crisis económica que empieza a asomarse en el gobierno de la 4T.

De tal forma que, esperemos que este sea un encuentro pragmático en donde ambos líderes dejen de lado las rencillas y trastabillas que se han hecho mutuamente porque por el momento se necesitan. Ya veremos a que acuerdos llegan y, sobre todo, sabremos las líneas de trabajo que saldrán respecto a los temas de migración o seguridad, dos temas incómodos y complicados que no quieren ser abordados, pero que se abordarán tomando en consideración que son dos asuntos que están definiendo el ánimo del electorado en ambos lados de la frontera… Y tanto Biden como López Obrador quieren ganar sus respectivas elecciones.

Ormeta: El ministro Zaldívar anda cerrando su administración y se encuentra listo para entregar la estafeta. En todas las áreas, ya se andan moviendo los hilos para que haya un cierre de administración sin contratiempos.

CAL