Se tenía que decir – “Momentos Definitorios Globales”

A finales del año pasado se dio la retirada de tropas de los Estados Unidos en Afganistán, poniéndole fin a una participación militar que duró más de 20 años en aquel país.

Para quienes crecimos a principios de los años dos mil es muy recurrente tener en nuestros recuerdos los noticieros plagados de diversas imágenes de explosiones, edificios derrumbándose y de diversas operaciones militares en el desierto de Afganistán.

Ahora, con el conflicto entre Rusia y Ucrania, las nuevas generaciones también crecerán bombardeados con fragmentos de un combate bélico, solo que en estos tiempos están aún más expuestos a este contenido gracias a las redes sociales.

Entendiendo que las circunstancias de estos casos son distintas, nuevamente tenemos en el ojo del huracán una guerra que representa momentos definitorios para el acomodo geopolítico de nuestro planeta.

El hambre de Rusia por ir ganando terreno y “pequeñas” batallas no es un suceso de hoy. Esto se ha ido dando en los últimos años desde la guerra de Osetia del Sur entre Georgia y Rusia en 2008, y las primeras fricciones con Ucrania en 2014.

Ese afán de acrecentar la influencia de Rusia en el mundo ha sido en gran medida por el hambre de un solo hombre, quien en los últimos años ha ido consiguiendo centralizar el poder de ese país. Actualmente, el Presidente de la Federación Rusa “no tiene que rendir cuentas a un Congreso elegido democráticamente. No tiene una oposición. Su mayor oposición está en la cárcel.” (Stockman, 2022).

El dirigente ruso tiempo antes de ordenar la invasión tuvo una reunión con el mandatario chino en aquel país, dando a conocer sus planes e inclusive pareciendo buscar la venia del Presidente de la República Popular China. Desde luego, en aquella reunión es probable que haya hecho números para determinar si podía subsistir su economía sin los europeos.

En ese estire y afloje entre los bloqueos económicos entre Europa occidental y Rusia ¿Quién es más dependiente en el corto y largo plazo? Es sabido el poderío ruso en materia energética y específicamente en Gas, y esto conlleva a un urgente impulso hacia la independencia energética del bloque europeo, en una escala que nunca se había visto antes (Douthat, 2022).

En el caso de Rusia, las consecuencias económicas derivadas de la invasión ya se están viendo reflejadas y en los últimos días el rublo ruso cayó el jueves hasta nuevos mínimos históricos frente al dólar – llegando a valer menos que un centavo de dólar -, aunado a ello, las calificadoras Fitch y Moody’s rebajaron la calificación de la deuda soberana rusa a la categoría de “basura” (Reuters, 2022).

Es un hecho que Rusia busca hacer tambalear al bloque europeo, pero la realidad es que este efecto no se está logrando, tan es así que países como Suecia están renunciando a su postura de tradición neutral marcando una postura activa en contra de la invasión.

La posible ocupación de Ucrania por parte de la Federación rusa representaría una victoria además de una relevancia geopolítica, también lo sería en el ámbito ideológico. Ya que, para los países autocráticos de la región, este conflicto básicamente señala un mensaje subrayando que “no se tolerará la autodeterminación” (Garcia-Navarro, 2022) y “cuidadito” con que busquen convertirse en una democracia para aliarse con el bloque occidental.

En cuanto a la repercusión directa de este suceso bélico en los Estados Unidos, podrá marcar un momento definitorio en el rumbo presidencial de su actual mandatario quien tiene la encomienda de evitar un conflicto nuclear a toda costa. Pero cualquier intervención o omisión en esta coyuntura sin duda tendrá un efecto electoral en miras de los próximos comicios presidenciales de 2024 en aquel país.

La coyuntura del tema es tal en Estados Unidos, que una encuesta realizada por la Harvard Center for American Political Studies determinó que el 62% cree que Putin no habría actuado contra Ucrania si Trump hubiera sido presidente. “Si se analizan estrictamente las respuestas de demócratas y republicanos, el 85% de los republicanos y el 38% de los demócratas respondieron así”.

Lo que es un hecho, es que el proyecto demócrata sigue sin convencer a la población norteamericana, ya que aún con el buen recibimiento del discurso que dio el Presidente Biden durante su State of the Union address su aprobación sigue siendo baja con el 47% (Montanaro, 2022).

A modo de cierre: ¿veremos un ambiente geopolítico en donde se “descubran máscaras” y de manera oficial exista una división entre occidente, rusia y china? ¿se dará una globalización regional – comercio exclusivo entre aliados -? ¿Trump regresará “Make America Great, Great Again”? ¿Algunos países dejaran de comparar sus economías frente al dólar y comiencen a voltear al yuan chino?… el tiempo dirá, pero sin duda se vienen momentos definitorios globales.

Twitter: Santi_Ginebra