Transitorios-El realismo mágico

El realismo mágico es una corriente literaria que surge a mediados del siglo 20 y se basa fundamentalmente en tratar de mostrar lo irreal o extraño como algo común, presente y cotidiano.

Uno de sus más importantes exponentes fue el premio Nobel Gabriel García Márquez y su obra más importante como lo es Cien Años de Soledad, que refieren a esta corriente literaria como algo costumbrista en el país que lo vio nacer que fue Colombia, y en el país que adoptó con cariño para pasar el resto de su vida como lo fue México.

Yo me he preguntado si esa corriente literaria tiene sentido para explicar a nuestra sociedad de ayer y de hoy o solo es literatura. A veces leer este tipo de autores, también representados por el mexicano Carlos Fuentes en su obra Aura, nos colocan en la reflexión de que las sociedades tratan de evolucionar para mejorar, pero el hombre en esencia no cambia y sigue siendo el mismo, con sus atributos, pero también con sus obscuras obsesiones, en las que en su nombre se han verifican horribles acontecimientos que nos han marcado en nuestra historia reciente y particularmente en nuestro México, flagelado por la inseguridad y la violencia.

Pero bueno ese es otro tema; lo que hemos visto en esta campaña política de cuyo desenlace estamos a menos de 15 días de conocer, es que en la actividad política y electoral de hoy, se ha perdido el rumbo, incluso el discurso del presidente por los pobres y contra la corrupción y ha imperado la ausencia completa de ideas, la inexistencia de un debate serio y cada vez más nos damos cuenta como ese realismo mágico ha superado por completo la real realidad de nuestra pobre y desgastada vida política nacional.

Sólo vemos descalificaciones, reproches, ataques, incluso campañas que llegan al absurdo al utilizar strippers, bailes tontos, manoseos y todo tipo de frivolidades que desnudan nuestra falta de seriedad por las cuestiones públicas, por las cuestiones que deberían de interesar a todos y que ahora sólo se dan en una medición de imagen y de aceptación del candidato, para lograr desplazar al oponente no con argumentos, no con propuestas claras, sino con descalificaciones y acusaciones recíprocas que se deben ver reflejadas en las encuestas.

Decía un maestro y amigo mío que le gustaría descubrir en esta miseria intelectual de la vida política de México, una idea nueva por la cual luchar, una sola idea por la que valga la pena ganarse los votos de la gente, pero creo que lo más justo es que la sociedad despierte del mágico sueño que vive y con nuestra realidad vote a todos los políticos para que los reprueben en las urnas. Creo firmemente que la frivolidad no puede tener tantos y tantos merecimientos.

Votemos todos por quien proponga una idea, un programa para cambiar la realidad, no votemos por aquellos que en la frivolidad nos lleven en un salto para atrás, porque ya hemos estado muy cerca del despeñadero, no lo olviden el 6 de junio.