Transitorios-El turismo y la pandemia

Antes de 2020 el panorama mundial del turismo y particularmente en México y América Latina, se vislumbraba con el mayor de los optimismos. Con un crecimiento promedio de más del 4% anual la actividad turística tendía a consolidarse en el contexto mundial como una actividad preponderante en su papel de contribuir al crecimiento económico, generar empleos, divisas, infraestructura e inversión.

En 2018 Francia, Estados Unidos, España y China continuaban siendo líderes en las listas del número de llegadas internacionales e ingresos por concepto de turismo en el mundo. Es de resaltar Tailandia, quien subió tres lugares para situarse en la sexta posición en el ranking de ingresos y México que pasa del décimo lugar al noveno en el número de visitantes.

China, Estados Unidos y Reino Unido fueron en ese año de 2018 los principales países emisores de turistas de sus respectivas regiones, en gran parte impulsados por sus monedas y economías fuertes. En cuanto a la región de las Américas, las llegadas de turistas crecieron un 6% en promedio cada año, hasta alcanzar los 193 millones, un 16% del total de las llegadas mundiales. Los ingresos por turismo internacional aumentaron un 8% en términos reales, alcanzando US$ 304 billones (24% de los ingresos totales mundiales por concepto de turismo y viajes).

Pero apareció el Covid-19 y con él llegó el caos. Especialmente en el turismo receptivo, en donde México venía escalando lugares cada vez más importantes en el concierto mundial. Las secuelas del Covid-19 han dejado en la actividad turística de México una disminución del 50% y un desplome de más del 45% en la contribución de esta actividad al Producto Interno Bruto del país.

Se dejaron de recibir casi nueve millones de llegadas de turistas, con una caída y pérdida de más de diez mil millones de pesos. México se convirtió en el segundo país latinoamericano con más número de contagios y muertes por la enfermedad.

Es claro que, entre todos los países latinoamericanos, México era el líder indiscutible del turismo antes de la pandemia. La diversificación de su infraestructura turística, la oferta de productos singulares e importantes, colocaron a México, por ejemplo, en el segundo lugar mundial de propiedad vacacional o sistemas de tiempo compartido, con lo que existe una particular relación de turismo repetitivo hacia uno o varios destinos del país, principalmente de sol y playa.

Las condiciones sanitarias del país visto desde la perspectiva de los mercados emisores del turismo en relación con la pandemia de Covid-19, aún se mantiene como de un riesgo muy alto. Para tratar de regresar poco a poco a una normalidad y recuperación de la actividad turística, será la velocidad y eficiencia con la que se apliquen los mecanismos de vacunación a la población, en donde se tiene una diferencia sustancial con los resultados sanitarios derivados del mismo proceso que se está verificando en los Estados Unidos y Canadá, principales países emisores de turismo hacia México.

Sin lugar a dudas las enseñanzas que está dejando la crisis sanitaria de la pandemia de Covid-19, son entre otras, la de gestionar esfuerzos de colaboración pública, privada y social para reiniciar nuestra actividad turística, tomar la dinámica positiva que tenía hasta antes de la pandemia y que la misma continúe generando inversiones, empleo y bienestar para el país y su economía, que buena falta harán en este grave panorama sanitario, económico y social que la pandemia ha dejado en México, para muchos años por delante.

México tiene todo para consolidarse en el turismo mundial, lugares increíbles, playas, historia, cultura, gastronomía y particularmente, la atención y calidez de su gente que atiende a los turistas, para mi es única en el mundo y razón para superar este gran reto.