Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano, se enfrenta a una encrucijada política que amenaza el futuro electoral del partido

Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano, se encuentra en una encrucijada política que podría conducir al desastre electoral del partido, según la opinión de Federico Berrueto. Aunque en el pasado Delgado fue reconocido como un líder astuto y visionario, recientemente ha adoptado una postura de confrontación hacia la oposición, lo que ha provocado la especulación de que está sirviendo a los intereses del oficialismo encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

El cambio en la postura de Dante Delgado se hizo más evidente después de las elecciones intermedias, donde decidió no presentarse como candidato en el Estado de México, a pesar de que la oposición tenía una oportunidad real de ganar. Esta decisión llevó a muchos a creer que Delgado estaba dividiendo el voto opositor intencionalmente, en beneficio de López Obrador. Además, su determinación de ir solo a la elección presidencial de 2024 ha reforzado la idea de su supuesta funcionalidad al actual gobierno.

Movimiento Ciudadano es un partido político heterogéneo, con una ideología difusa de perfil social demócrata. En la última etapa, el partido ha intentado presentarse como una nueva alternativa política, especialmente dirigida al voto joven. Sin embargo, esta renovación en las formas no necesariamente ha mejorado la calidad de la política, como lo demuestra el comportamiento de Samuel García, candidato de MC en Nuevo León, conocido por su prepotencia, desprecio hacia el adversario y falta de compromiso con la verdad.

Dentro de Movimiento Ciudadano pueden identificarse tres facciones principales: la de Dante, la de Jalisco y la de Nuevo León. Dante controla el aparato partidista y define la estrategia electoral, mientras que Jalisco, con su presencia en el gobierno estatal y en el legislativo, se enfrenta principalmente a Morena. Por su parte, Samuel García domina en Nuevo León y su estrategia se basa en el enfrentamiento con el PAN y el PRI, aunque cuenta con el respaldo explícito de López Obrador.

La candidatura presidencial de Samuel García ha dejado en evidencia la dependencia de Dante Delgado en relación a López Obrador. Ambos creían que podrían garantizar la elección de un gobernador afín en Nuevo León, pero se equivocaron en sus cálculos. La Corte resolvió que el gobernador interino designado por el Congreso local, Luis Enrique Orozco, debía ser reconocido, lo que llevó a la retirada de García.

Esta renuncia de Samuel García representa un desastre para Dante y Movimiento Ciudadano, ya que colapsa todo el diseño político hacia las elecciones de 2024 al no contar con un candidato competitivo. La decisión de Dante de abandonar el bloque de contención y alinearse con López Obrador carece de sentido político, especialmente considerando las propuestas del actual gobierno de reformar la Constitución para fortalecer la militarización de la Guardia Nacional y debilitar la independencia de la Corte y del INE, propuestas que MC ha rechazado.

Si Dante continúa por esta línea, no solo conducirá a Movimiento Ciudadano al desastre electoral, sino que también enfrentará una rebelión dentro del partido. Muchos legisladores y miembros del partido en Jalisco no están dispuestos a comprometer la autonomía del régimen democrático y vender su apoyo a López Obrador. Al final, como Dante mismo ha afirmado, los agravios tienen consecuencias, y esto también se aplica a él y a Samuel García.

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