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- 19/05/2021
De razones y pasiones- Telecomm impone “moche” a burócratas

Alejandra Garnica Sánchez, una ácida crítica del Presidente López Obrador y su Cuarta Transformación, logró su ratificación como Gerente Regional Zona Sureste de Telecomm-Telégrafos, tras aceptar imponer a los trabajadores telegrafistas a su cargo la eliminación de algunas de sus prestaciones laborales. Lo mismo han hecho otros gerentes regionales por orden de las oficinas centrales.
Lo que parecía un caso aislado, empieza a convertirse en un modus operandi de algunos titulares de dependencias del gobierno federal para amedrentar a los burócratas y ordeñarles la nómina, so pena de despido para quien se niegue a realizar la ‘aportación voluntaria’ o denunciarlo ante las autoridades.
Hace un par de semanas, Animal Político publicó que desde marzo de 2019 –es decir, cuatro meses después de iniciado el gobierno-, la directora del Sistema Nacional DIF, María del Rocío García Pérez, y dos de sus colaboradores, obligaron a mil funcionarios de la institución a entregarles entre 2 y hasta 4% de su salario mensual a condición de mantener el empleo. Por esta denuncia, la Secretaría de la Función Pública (SFP) abrió un expediente de investigación apenas el 23 de abril.
En el caso de Telecomm-Telégrafos -un organismo público descentralizado del gobierno mexicano, que forma parte de la Secretaría de las Comunicaciones y Transportes- se ha empezado a realizar la misma práctica, sólo que en este caso no como una ‘aportación’ para un programa social, sino con el retiro obligado de prestaciones establecidas al amparo de la Ley Federal del Trabajo.
Como en el DIF, se trata de un entramado orquestado por la Directora General, María del Rocío Mejía Flores, quien apenas cumple ocho meses en el cargo. Desde su llegada, inició una persecución de los trabajadores encargados de las oficinas del organismo en todo el país, suspendiendo unilateralmente y sin notificación alguna, el pago trimestral como bono de productividad, el pago de puntualidad, además de suspender los permisos económicos.
En Veracruz, esa fue la tarea encomendada a Alejandra Garnica, quien para cumplirla ha proferido amenazas de denunciar sin fundamento –o fabricando delitos- al personal administrativo o llevarlos a largos juicios laborales en caso de que se nieguen a aceptar los descuentos. Así sucede en el resto del país.
El argumento de las funcionarias –quienes exhiben una vez más el falso empoderamiento de la mujer, hoy convertidas en ejecutoras de violaciones flagrantes a la ley laboral-, es que se trata de personal de confianza que no tiene derecho a esos incentivos, cuando en realidad se trata de personal de base que han sido habilitados como responsables de las oficinas, sin que esto afecte sus derechos y percepciones.
Algunos de los trabajadores de Telecomm en Veracruz también han denunciado que la institución está al borde de la extinción. Desde el inicio del gobierno de Morena, dejaron de fluir los insumos de oficina y las carencias se han cubierto precisamente con recursos de los propios trabajadores promovidos a jefes de oficina.
Por desgracia, la institución agoniza. En Veracruz ya solo hay entrega con moto en ciudades como Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Poza Rica y Córdoba; en cada sucursal ya sólo trabaja una sola persona que es el Jefe de Oficina y en algunas otras con un solo auxiliar. Son ellos quienes al terminar su turno tienen que hacer entrega caminando del servicio de telegramas oficiales que son de los juzgados y Ayuntamientos.
La voracidad morenista ha llegado hasta el salario de su propia burocracia.
La del estribo…
Maestros que demandaban entrevistarse con el Secretario de Educación de Veracruz, Zenzayen Escobar, fueron desalojados y detenidos por la policía estatal. Fue el funcionario quien acudió al cuartel a liberarlos. Es el morenismo kafkiano.