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- 20/07/2022
Exigen protección para la comunidad rarámuri en el templo donde mataron a sacerdotes

A un mes del asesinado de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora dentro del templo, la Compañía de Jesús en México, exige justicia a las autoridades tras la impunidad que aún impera en el caso.
La Compañía de Jesús en México exigió este miércoles a través de un desplegado, que no quede impune el asesinado de sus dos hermanos:
“A un mes del doloroso asesinato de nuestros hermanos Javier Campos y Joaquín Mora, y de dos laicos en Cerocahui, Chihuahua, la Compañía de Jesús en México sigue exigiendo justicia. Estamos convencidos de que si prevalece —como hasta ahora— la impunidad, no será posible avanzar hacia la reconciliación y la paz”, dijo la Iglesia.
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La comunidad religiosa mencionó, que durante el mes que ha pasado desde el asesinado de los jesuitas, han manifestado a las autoridades de los diferentes niveles de gobierno que se prioricen los derechos de las comunidades rarámuri; “se deben revertir las causas estructurales de la violencia en la Sierra, que prevalecen desde hace décadas”.
Asimismo, dijeron que, dada la ausencia del Estado en la región, luego de la atención que sobre el lugar ha generado este hecho que sacudió al país, es necesario que las fuerzas federales continúen presentes de forma provisional, “con los protocolos adecuados para interactuar con culturas indígenas y asegurando el respeto irrestricto de los derechos humanos”.
Las medidas de protección piden se extiendan hasta que se reconstruyan las condiciones de paz en las comunidades de la zona Tarahumara.
La Compañía de Jesús recordó que el asesinado de Campos y mora “remite a la vivencia de tantas víctimas de la violencia que siguen esperando justicia y verdad en nuestro México adolorido. Recordamos a las familias de las personas desaparecidas, víctimas de feminicidio, a los migrantes que no volvieron a casa y a los periodistas que perdieron la vida ejerciendo su labor”.
Los jesuitas hicieron un llamado para que llegue la justicia que tanto esperan ellos y las personas “desplazadas por la violencia”.
“Por las mujeres, por nuestras infancias, por nuestras juventudes, por todo el pueblo de México, hoy más que nunca es indispensable caminar en conjunto con diálogo, con responsabilidad, con propuestas y con esperanza, privilegiando la atención preferencial a los más pobres”.
Asimismo, reiteraron su disposición al gobierno de México, para abrir espacios en los que se dialogue sobre la actual política de seguridad y sus causas y efectos.
Por último, agradecieron la solidaridad, tanto nacional como internacional, que se les ha hecho llegar desde el asesinato de los sacerdotes a manos del crimen organizado.
“La memoria de nuestros queridos Joaquín y Javier, de las demás víctimas de Cerocahui, y de tantos dolientes que en México no reciben la misma atención, nos llaman a no consentir la impunidad y a trabajar por la reconstrucción del tejido social”, finaliza la comunidad jesuita.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno federal, que ha dado seguimiento al caso, continúa en la búsqueda de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco“, señalado como el responsable directo del asesinato de los sacerdotes al interior de una iglesia en Cerocahui.
Aunado a las acciones correspondientes al caso, el mes pasado el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, informó que del 25 al 28 de junio se logró la detención de 11 personas vinculadas a la célula criminal de “El Chueco”, pese a ello las investigaciones, dijo, siguen en curso para dar con más implicados.
CAL