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- 14/09/2023
Preocupación por la salud de Aung Sang Suu Kyi, líder encarcelada de Myanmar
Preocupación por la salud de Aung Sang Suu Kyi, líder encarcelada de Myanmar
El hijo menor de Aung Sang Suu Kyi, exlíder de Myanmar, dice que está cada vez más preocupado por la salud de su madre de 78 años, que se encuentra encarcelada. Además, expresa su preocupación por la crisis política violenta que atraviesa Myanmar, a la que describe como desesperada.
Kim Aris, hijo de Suu Kyi, habló en una entrevista en video con The Associated Press desde su casa en Londres, revelando su creciente inquietud sobre la situación de su madre. Aris confiesa que siempre ha evitado hablar con los medios, pero en esta ocasión es diferente.
“Realmente me gustaría tener algún tipo de contacto con ella para saber que está bien, porque en este momento no tiene acceso a su abogado”, dijo Aris. También comentó que su madre no puede ver a sus médicos personales y que no se le permite recibir visitas ni relacionarse con otros prisioneros, lo que la mantiene prácticamente en confinamiento solitario.
Suu Kyi fue arrestada en 2021 cuando el ejército tomó el poder de su gobierno elegido democráticamente. Desde entonces, ha sido procesada y condenada por más de una docena de cargos que sus seguidores consideran fabricados para mantenerla alejada de la política. Actualmente cumple una condena de 27 años de prisión.
El golpe militar desencadenó una resistencia pública masiva que fue brutalmente reprimida, desencadenando una guerra civil sangrienta que ha cobrado la vida de miles de personas.
Aris, de 46 años, ha tratado de mantenerse alejado de los reflectores durante décadas, evitando cualquier tipo de activismo político y “tratando de llevar una vida familiar tranquila”.
“Siempre he tratado de evitar hablar con los medios y he evitado las redes sociales durante toda mi vida. Pero la situación en Birmania en este momento es absolutamente desesperada”, afirmó, refiriéndose a Myanmar por su antiguo nombre. “El hecho de que no se me haya permitido comunicarme con mi madre en absoluto durante más de dos años y medio” es otra razón por la que está hablando, dijo.
“Ahora estoy haciendo todo lo posible para tratar de ayudar en esta situación y crear conciencia sobre ella en el mundo”, agregó. Aris está utilizando las redes sociales y planea una campaña para generar conciencia y recaudar fondos para fines humanitarios.
El hijo de Suu Kyi ha escuchado que su madre ha estado extremadamente enferma y sufriendo problemas en las encías que le impiden comer. “Tenía mareos y vómitos y en un momento dado ni siquiera podía caminar”.
Aris obtiene su información de medios independientes de Myanmar y redes sociales. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña y la Cruz Roja Internacional han intentado, sin éxito, obtener más información en su nombre. Él ha intentado comunicarse con el gobierno militar de Myanmar, incluida su embajada en Londres, “pero no obtengo ninguna respuesta de ellos. Ni siquiera me abren la puerta”.
Esta no es la primera vez que Suu Kyi enfrenta el encierro. Pasó casi 15 años bajo arresto domiciliario bajo un gobierno militar anterior a partir de 1989, un año después de cofundar su partido Liga Nacional para la Democracia. Sin embargo, en ese entonces, vivía en su hogar familiar en Yangón, la ciudad más grande del país, y no estaba completamente aislada.
“En ese momento, estaba en su propia casa y se le permitía recibir visitas. A veces, yo podía pasar tiempo con ella bajo arresto domiciliario. Y se nos permitía enviarle paquetes de cuidado y cartas y mantener comunicación con ella. Durante los últimos dos años y medio, no hemos tenido ninguno de esos derechos humanos básicos”.
“Agradezco que hay tantos desastres naturales y crisis humanitarias en todo el mundo en este momento, y es difícil para todos estar expuestos a eso todos los días. Todos debemos intentar hacer nuestra parte para ayudar en cualquier lugar que podamos. Y Birmania es un país donde podemos cambiar las cosas muy fácilmente”, afirmó Aris.
“Si tan solo el 2% de lo que se ha dado a las fuerzas ucranianas se hubiera dado a las fuerzas de resistencia en Birmania, la situación sería muy diferente ahora”, agregó. “Así que espero que las personas de todo el mundo puedan unirse y tratar de ayudar al pueblo de Birmania para que podamos poner fin a esta sangrienta violencia sin sentido”.
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