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- 18/06/2021
Reflexiones del galeno-¿Cómo ser de ayuda cuando hospitalizan a un familiar?

A los trabajadores de la salud se nos inunda desde desde el 1er día de la carrera de información, retroalimentación y estrategias para llevar una correcta, cuidada y efectiva relación médico-paciente .Es claro que como profesionales debemos de ser capaces de entablar una relación honesta y clara que se base en el respeto y la confianza mutua.
Los médicos somos responsables del cuidado integral del enfermo, de mantenerlo informado, de explicar en lenguaje no médico la situación a la que se enfrenta el paciente, permitiendo y aclarando las dudas; sin embargo, poco se habla del otro sentido de esta relación, es decir la relación paciente-médico y de lo importante que es el que la información y el apoyo también existan de parte del paciente hacia el equipo médico.
Prácticamente nadie tiene un plan de contingencia por si enferma, mucho menos un plan para ser de ayuda para los médicos cuando un familiar está hospitalizado. Es bien sabido que las primeras horas de valoración de un paciente y más de un paciente en estado crítico, pueden impactar directamente en el desenlace del enfermo, es por eso que es necesario reunir toda clase de información de manera pronta y detallada.
Optar por una actitud proactiva y propositiva como paciente o como familiar de uno, puede ser la clave para que el equipo médico pueda actuar. Pero, ¿Cómo puedo hacer esto? Bien, lo primero que podemos hacer como pacientes es conocer a la perfección nuestro historial médico, saber nuestro tipo de sangre, alergias, datos relevantes como transfusiones o el tiempo que de consumo de sustancias nocivas a la salud, además de la cantidad en que se consume.
Debe conocer las enfermedades que padece, el tiempo de evolución de esas enfermedades y tener una lista de medicamentos detallada, conocer lo que tomó y la forma en que lo tomó. Todo esto se puede solicitar a su médico de cabecera, él debe llevar un expediente clínico. Idealmente esta información debe ser compartida con mis contactos de confianza, esa persona que en caso de que yo no esté en las condiciones ideales, pueda facilitar la información.
Además, la persona que acompañe al enfermo, especialmente aquellos que estén en el momento del ingreso a urgencias o al ingreso a piso de hospitalización, debe de ser quien más conozca al paciente y debe ser capaz de facilitar la información, así como de informar las decisiones tomadas en equipo entre el paciente y su familiar respeto a las circunstancias adversas que se puedan presentar, como el deseo de intubación o la aceptación de procedimiento invasivo como una cirugía o un catéter. Esto implica que previo al estado de urgencia, las personas deben hablar con sus familiares y llegar a un acuerdo.
La desorganización e indecisión retrasa el tratamiento de las urgencias reales y en el paciente crítico el tiempo es vida y es función. Idealmente debe ser también una persona de confianza para el paciente y familiar, capaz de tomar decisiones bajo presión y que tenga la autorización del paciente y familia para firmar consentimientos.
De la misma manera, es importante que entre los familiares y cuidadores se compartan la información de manera correcta, esto para evitar malos entendidos y sobretodo malversación de la información que el equipo médico proporciona.
Es bastante útil que el cuidador lleve una bitácora en alguna libreta que pueda pasarse entre el resto de familiares que asisten al paciente, en donde reporten las eventualidades, como la realización de estudios, si hizo o no pipi o popo, si come adecuadamente o presenta algún nuevo síntoma, así como de apuntar en esa bitácora todas sus dudas para que puedan ser aclaradas todas de una sola vez durante el pase de visita.
Además, el cuidador debe de apoyar al enfermero a asistir a su paciente, de esta manera se forma un vínculo y un equipo entre los médicos, los enfermeros y los cuidadores, que juega en favor del bienestar del paciente.
Más importante aún, los cuidadores deben de ser “animadores”, deben de apoyar al paciente y alentarlo a sanar, deben velar por su estado anímico y estimular sus funciones, asistiendo con el movimiento en aquellos pacientes con postración o intelectualmente en pacientes con deterioro cognitivo.
La red de apoyo del paciente juega un papel igual o más importante que el de el equipo médico. No deseemos que le vaya bien a nuestro enfermo, ayudemos a que le vaya bien.
TFA