Retrato Ormeta – ¿Unidos jamás serán vencidos frente a divide y vencerás? O ¿Va por México frente a la 4T?

Cuando Julio César se dispuso a conquistar las Galias, sabía de antemano que contaba con un ejército muy reducido para atacar a cientos de campamentos galos, así como era consciente que su mayor desventaja estaba en que desconocía el terreno en qué se librarían las batallas. Contra todo pronóstico, Julio César emprendió su marcha consciente que su mayor fortaleza no estaba en la habilidad romana con la espada, sino que su mayor arma la emprendería en la arena política teniendo como bandera la frase “divide y vencerás”. En efecto, el dictador romano tejió una serie de alianzas e intrigas para que las tribus galas no unieran sus fuerzas y con ello, ir derrotando una a una a las tribus hasta que logró conquistar todo el territorio de la hoy Francia. 

Por otro lado, el famoso político inglés Winston Churchill logró que se sentaran en la mesa dos líderes que en condiciones normales jamás lo hubieran hecho. Sí, Winston logró reunir al presidente norteamericano Roosevelt y al jefe soviético Stalin para tratar de llegar a un acuerdo que hiciera frente al apabullador avance nazi que estaba ocurriendo, bajo el argumento de que “juntos vencerían” a la maquinaria alemana, el político inglés logró persuadir tanto a rusos como norteamericanos que formaran un frente, de lo contrario, el nazismo primero se apoderaría de Europa y después iría por el frente soviético o cruzaría el mar para bombardear al país de las barras y de las estrellas. El resultado es conocido, el nazismo invencible fue vencido gracias a esta alianza. 

Como vemos, desde la diferente posición política en que se encuentran, los líderes políticos utilizan una u otra técnica para lograr su objetivo. Y hoy en día, las distintas fuerzas del país tratan de aplicar alguna de estas técnicas, y como claro ejemplo de la política cesariana, tenemos al presidente López Obrador que ha utilizado la tribuna de la mañanera para evitar a toda costa de que los partidos de oposición se unan. Desde insultos hasta amenazas son la artillería del originario de Macuspana para que la oposición se fragmente con la clara intención de que no tenga contrapeso que limite su poder presidencial, de ahí se explica las granadas que ha aventado tanto al PRI como al PAN para evitar que se unan. 

Por su camino, tanto el partido blanquiazul como el tricolor han logrado mantener su unión no sin antes tener poderosas rencillas que buscan justo dividirlos. En efecto, han logrado dejar a un lado su rivalidad histórica y han encontrado puntos de encuentro en sus diferencias ideológicas, todo bajo la poderosa bandera de hacerle frente al partido gobernante. Sí, saben que pueden ser borrados del escenario político si enfrenta cada uno por su cuenta a la maquinaria guinda, pues ni cosquillas le harían a la mayoría legislativa de MORENA. Conscientes de su inferioridad política individual, se han unido para hacerle frente al monstruo que amenaza con apabullarlos más de un sexenio. 

Así, cada frente enfundado en su estrategia, nos trajo como primera batalla que la oposición unida logró por primera vez en la historia, rechazar una reforma constitucional enviada por el titular del Ejecutivo Federal. Un éxito nada menor, pero lejos de ser el que determine la balanza de la disputa política, pues falta mucho trecho y hay todavía un Julio César herido que seguirá sacando manzanas envenenadas para dividir a la oposición. 

Ormeta: Vaya que hace falta un buen operador en San Lázaro que saque las iniciativas presidenciales… Tanto que lo desprecian, pero bien que necesitan a un Ricardo Monreal en la fracción de MORENA en la Cámara Baja.