- JusticiaLo Más Reciente
- 19/09/2021
“Mi error fue confiar en la gente”, Mónica García Villegas, dueña del Colegio Rebsamen

Mónica García Villegas expresa que tal vez se engañe pensando que podra salir desde el penal de Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa, donde lleva dos años de los 36 a los que fue sentenciada por homicidio culposo.
La directora del Colegio Enrique Rébsamen, donde murieron 26 personas en el sismo del 19 de septiembre de 2017, señala que antes de ser capturada sí se escondió pero fue debido a que su defensa se lo pidió, el abogado Javier Coello Trejo, le aconsejó hacerlo porque era más fácil defenderla afuera que estando en una celda.
Te podria interesar: Así se vive el Simulacro Nacional en la CDMX
Miss Moni, señaló que en todo este proceso legal, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, liderada por Ernestina Godoy, ha llevado una persecución en su contra y en las salas del Poder Judicial capitalino, se vivió un ambiente “inhumano” y por dictar una sentencia.
De igual manera, aseguró a MILENIO que padres de familia de los menores muertos han materializado la situación al darle valor a la vida de sus hijos en casi medio millón de pesos.
¿Cuál fue el error de Miss Moni que hoy la tiene encerrada?
“Mi error, creo, fue confiar en los arquitectos, confiar en los expertos y confiar en la gente”.
Su nombre y captura ya tenían precio. La entonces PGJ ofreció 5 millones de pesos para dar con usted y después por ahí se decía que esta recompensa era un truco y que se la darían a su hermano ¿Qué me dice de ello?
En esta parte de la historia es donde la persecución de la fiscalía es más evidente”.
Estar en un penal con mujeres de alta peligrosidad la coloca en un riesgo ¿Tiene miedo de qué le hagan algo? ¿La han amenazado o teme por su vida?
“Santa Martha no es un penal de alta seguridad, es un Centro de Reinserción Social. En ocasiones las personas tejen historias o por falta de conocimiento tergiversan la realidad. En el penal convivo con mujeres con las que trabajo, comparto y proyecto. Su situación jurídica es diversa, pero se caracterizan por algo muy especial: muchas de ellas han logrado un trabajo interno fabuloso para aprender a sobrevivir y prosperar en un ambiente donde pareciera ser que la vida sólo tiene certeza de desconsuelo”.
¿Cómo es un día de Miss Moni desde la cárcel?
“Todos los seres humanos debemos tener siempre en mente el aprender a vivir como parte de una forma de vida, es por eso que a pesar de las adversidades y las hostilidades, es necesario conservar una actitud positiva y seguir creciendo a nivel humano. Yo sé perfectamente que estoy viviendo de manera temporal en Santa Martha, del cual hago la observación no es un penal de alta seguridad. Aquí manejan con frecuencia la frase ‘que cada quien vive como quiere vivir’. Yo vivo en un espacio muy limpio, digno; amanezco todos los días con un sinfín de ideas. Estoy determinada como artesana, por lo que trabajo tengo suficiente y no sólo eso, diario tengo la oportunidad de hacer ejercicio. Ese es mí día a día”.
Cuando se informó que existía una niña con vida llamada Frida Sofía, y al final resultó que no estaba la menor, ¿qué opina de esto?
“Es importante para los ciudadanos que escuchen lo siguiente. Las profesoras del Rébsamen y yo nos comunicamos por teléfono en algunos casos hasta tres veces con las familias a diferentes horas, en ocasiones llegó ser de madrugada, por lo que teníamos la certeza que toda la población del Rébsamen ya había sido localizada”.
El 7 de febrero del año pasado se marcó un escenario. Usted admitió por primera vez su responsabilidad en la muerte de 26 personas. ¿Por qué?
“No fue así. Como todo lo que gira alrededor de este caso, esta situación que me expone, la manejaron los padres a su conveniencia y con ayuda de los medios confunden y terminan mal informando. Cuando esto sucedió yo dije ‘al tiempo, al tiempo’. Tan es así, que esta alternativa de solución no se ha dado, no ha tenido efecto. Ahora en el nuevo sistema penal acusatorio, una de las soluciones alternas y formas de terminación anticipada, es el procedimiento abreviado”.
El 14 de octubre de 2020 fue la audiencia que quizás marcó un parteaguas. La sentenciaron a 31 años. Cuénteme, ¿cómo fue ese día?
“El escuchar el fallo del juez después de más de dos meses de audiencia en un calendario apretadísimo, podría decirse inhumano; sí, inhumano porque es necesario levantarme a las 3:30 de la mañana para estar lista antes de las 5:00 horas. Salir muy temprano del penal para llegar a la Sala (del Tribunal Superior de Justicia) correspondiente, iniciar audiencia, darle curso a la misma como acusada, es algo que no le deseo a nadie; regresar por la tarde al penal a medio comer, a medio dormir y a prepararse para el día siguiente y así más de un mes es extenuante. En ese momento viví la peor de mis vergüenzas, me sentí tan triste y tan indignada porque no estoy de acuerdo en ser yo quien pague los reclamos sociales de justicia porque soy inocente”.
Su sentencia por homicidio culposo se elevó a 36 años, cuatro meses y dos días de prisión. ¿Fue el principio del fin?
“No, definitivamente no. Tal vez es un nuevo comienzo. Aquí en el penal hay chicas que tienen aproximadamente 12 años de vivir aquí y no han iniciado juicio. Yo tengo dos años como persona privada de mi libertad y ya voy a presentar mi amparo entre el Poder Judicial de la Federación. Para las autoridades parece ser que les era muy adecuado dar pasos agigantados cada 19 de septiembre y para mí resultó, a pesar de todo muy favorecedor y como dice mi abogado, Rosendo Gómez, por fin nos salimos del ámbito de la Ciudad de México”.