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- 15/04/2022
Reflexiones del Galeno –Quiúbole con la salmonella!

El salmón, un alimento tan bueno y lleno de nutrientes que es consumido en todas partes del mundo (y más en tiempos de cuaresma para los creyentes). Es una excelente fuente de nutrientes como proteínas, vitaminas y especialmente ácidos grasos omega-3, los cuales nos ayudan a mantener en buen estado de salud mental y vascular. En el otro lado de la balanza, tenemos al Dr. Daniel E. Salmon, el cual un día durante su labor como patólogo descubrió una bacteria gram negativa anaerobia que decidió bautizar con el nombre de “Salmonella”.
Esta bacteria es famosa por ser encontrada en múltiples fuentes, como lo puede ser agua, piel de algunos reptiles o alimentos contaminados y no cocinados correctamente (pollo, pavo, res, cerdo, huevo o atún crudo, etc). Como dato cultural: esta es una de las razones por las que no se recomienda comer la masa cruda de las galletas o pan. El tiempo que esta bacteria puede sobrevivir a temperatura ambiente varía entre los diferentes alimentos, pero llama la atención pensar que en el chocolate y la leche puede sobrevivir varios meses, en mantequilla aproximadamente 10 semanas.
Curiosamente son ingredientes que uno pudiera utilizar para preparar un dulce famoso entre los niños. Como probablemente habrán leído, se identificaron múltiples lotes contaminados de mini huevos kinder con nuestra bacteria estelar. Al ingerir esta bacteria, se aloja dentro de nuestro cuerpo pudiendo causar diarrea, fiebre y dolor abdominal durante un periodo aproximado de una semana. Aunque este padecimiento puede llegar a remitir con tratamiento antibiótico y dejar de ser un problema para el portador, en algunos casos esta bacteria puede quedarse infiltrada en nuestro sistema digestivo, principalmente en la vesícula, escondida como un conejo de pascua en su madriguera. En otros casos se puede llegar a desarrollar una complicación llamada artritis reactiva o síndrome de Reiter, la cual causa dolor e inflamación en las articulaciones incluso meses después de la infección inicial.
Esto se puede evitar cocinando correctamente los ingredientes que vayamos a comer y evitar el consumo de huevo u otros alimentos crudos. De esta manera evitamos infecciones gastrointestinales para seguir disfrutando de las muy merecidas vacaciones de estos días.
TFA