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- 15/07/2021
¡Fuera cadenas!- ¿Hay vida en Marte?

Ahora mismo, mientras escucho al grandioso David Bowie, me pregunto si hay vida en Marte, y no solo eso, si esa vida es racional. Porque a veces pienso que la vida que hay aquí, en nuestro planeta, no lo es. Recordemos un poco las letras de ese magnífico rockstar: miren al Estado dándole una paliza a la persona incorrecta, o miren a los cavernícolas (seres no-racionales) andar por un lado y otro, es —como lo dice él— un auténtico freakshow. Y su canción —por lo menos así la entiendo yo— no hace referencia a una película de ciencia ficción, sino a la percepción que tiene de la realidad; que ésta supera por mucho lo que cualquier ser racional pudiere imaginar.
Y sí, cuánta razón tenía el señor Bowie, veamos por qué.
Hace ya prácticamente tres semanas, el gobierno del Estado de Puebla decidió intervenir en total desacato de órdenes de jueces constitucionales en la posesión y administración de la UDLAP. Además, como ya se ha dicho, se ejerció con uso de la fuerza pública, y con ello se desalojaron alumnos y profesores. Yo les comentaba que eso es un total atropello al Estado de Derecho, pues eso abre la puerta a que el gobierno intervenga en las universidades, disponga de lo que allí se enseñe, y borre el pensamiento crítico que tan esencial es para una Democracia. Esta semana, se anunció con bombo y platillo el nombramiento de un nuevo rector de esa institución: Armando Ríos Piter. Resulta que el gobernador de Puebla y el nuevo rector no tardaron en ufanarse como buenos amigos. Eso, a mi juicio, se lee como una intervención directa por parte del Estado en lo que se enseña en las aulas, tal pareciere que buscan un pensamiento poco crítico.
Con esto queda claro eso que nos decía Bowie: el Estado le está dando una paliza a las personas incorrectas. En lugar de respetar la autonomía de las universidades, busca intervenir directamente en ellas, lo que mina una de los pilares de la Democracia.
Por su parte, también leo con asombro cómo la delincuencia organizada —cual cavernícolas— controlan grandes partes del país. La cantidad de gente desaparecida es alarmante, incluso ayer se daba cuenta en las noticias de una persona que, mientras buscaba a su familiar desaparecido, él también ha sido desaparecido en Jalisco. Esto es algo totalmente absurdo que escapa totalmente de lo que el raciocinio de una persona común puede imaginar. En este sentido, el cavernícola hace imperar su voluntad por el simple uso de la fuerza bruta; como lo dijo mi querido Carlos el lunes: es la ley de la selva.
Al respecto, Bowie también hacía alusión a los cavernícolas que andan libremente de aquí para allá y, con total impunidad, hacen de las suyas en total desprecio al orden social.
Así pues, quedamos tal como lo dice Bowie: totalmente hastiados por lo que acontece en el país. Lo peor de todo esto es que no parece haber una luz al final del camino; entre cavernícolas haciendo de las suyas y el Estado atacando a la persona incorrecta, no veo que se pueda meter en cintura el desastre social que impera en nuestro país. Lo único que se me ocurre ante tal catástrofe es seguir escuchando al magnífico David Bowie, y —es lo que queda, insisto— continuar señalando todas las irregularidades que veamos. Quizás, y sólo quizás, con eso podríamos imaginar que somos héroes… aunque sea por un día.