¡Fuera cadenas!-La creatividad en la ciencia y la música

El viernes de la semana pasada, como todos los viernes, estuve en mi seminario de tesis del doctorado que estoy cursando en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Mis compañeros, la profesora y yo estuvimos discutiendo sobre el aparato crítico y sobre lo que debe integrarse en él. Ya hoy, una semana después, yo consideraría que el aparato crítico se integra por todo aquello que se ha dicho sobre el tema de investigación por otras personas. Es decir, el aparato crítico es la recopilación de las ideas que otras personas han dicho antes de uno sobre nuestra investigación; esto, evidentemente, con las citas debidamente realizadas.

Lo interesante del aparato crítico es que allí se plasma la investigación que uno realiza con respecto a las teorías, y debe mostrar los alcances sobre lo que se ha dicho con respecto a la temática de la investigación. Allí es donde se ponen a prueba los alcances de lo que se ha discutido y uno debe encontrar el punto donde se puede abonar a lo ya construido a lo largo de la historia. La investigación, entonces, no solo es la recopilación de las ideas que previamente se hayan desarrollado, sino también la aportación de conocimiento nuevo.

De cierta manera, la investigación científica ―el derecho es una ciencia social― es un trabajo creativo, uno tiene la libertad de aportar nuevas ideas sobre las cuales se podrán crear más y diversos trabajos de investigación, sea para contraargumentar o apoyar la idea propuesta. 

Ahora, todo este trabajo, al igual que en la música, conlleva mucha humildad. Nosotros no vamos a descubrir el hilo negro ni vamos a descubrir un agujero negro, sino que todas nuestras ideas están basadas en todo lo ya existente. Por ejemplo, en la música, es imposible crear una canción sin inspirarse en una pieza previa de un artista distinto; en lo personal, he creado canciones pensando en Elvis Presley, Zoé, Elton John, Dua Lipa o Alizzz, por decir algunos nombres. En mi investigación doctoral, por su parte, me inspiro en grandes filósofos del derecho como Kelsen, Nino, Loewenstein o Lasalle, entre otros gigantes. A lo que voy con esto es que es imposible que nuestras aportaciones a la música o a la ciencia se logre sin un trabajo previo publicado por un autor diverso. 

En la música tomo ideas prestadas de los artistas (Bowie decía que a él sólo le interesaba el arte del cual podía robar; Manzanero, que no es que quiera fusilarse a Mozart, sino que le rinde homenaje) y a partir de esa idea, aporto algo nuevo, algún sonido y melodía diferente. Justo en ese punto es donde la creatividad aflora y se plasma en acordes, tonos, armonías y melodías. La investigación científica es igual en ese sentido: uno toma ideas prestadas de los grandes que vinieron antes de nosotros, y, a partir de esas ideas, se agrega algo nuevo, un diferenciador. 

Siempre hay que mantenernos humildes en un caso y en el otro, nosotros no vamos a inventar todo, eso es imposible. Pero lo que sí podemos hacer es aportar algo diferente y nuevo a todo lo ya creado antes que nosotros. Es importante recordar que, como lo decía Newton, estamos parados sobre los hombros de gigantes; todo lo que viene antes de nosotros no puede ser olvidado, y todo lo que nosotros aportemos será superado.