- Lo Más RecienteOpinión
- 04/05/2021
Breve, pero a fondo- Revancha en las urnas

La terrible situación por la que atraviesa el país en materia de salud pública debería de ser el pretexto idóneo para motivar la unidad de todos los mexicanos, golpeados de una u otra forma por una pandemia que sigue arrasando vidas, principalmente de los más desprotegidos de esta sociedad de por sí desigual.
La confrontación, contrariamente, es la moneda de oro que circula a diario en este México tan golpeado, que en muchos sentidos no tiene rumbo. Sin liderazgos reales, con peso moral, la sociedad es arrastrada por mesías que dicen tener la verdad en la punta de la lengua, y que día a día nos dicen quienes son buenos y quienes son malos.
El discurso político que hoy se lanza al aire inyecta un veneno letal en la sangre de una población dividida que al parecer sólo ve dos colores, el blanco y el negro, sin ningún tinte intermedio.
No hay político que hable de construir, de ensamblar o de refundar un país desarticulado que en esencia cree en la solidaridad, en la correspondencia, en la subsidiaridad, y así lo ha demostrado cuando enfrenta calamidades naturales. En el terremoto que sacudió la ciudad de México el 19 de septiembre del 2017 miles salieron a las calles a ayudar a quienes lo perdieron todo. Aún no se olvidan esos puños en alto como señal para guardar silencio y escuchar el suspiro de algún sobreviviente entre los escombros.
Por qué no alentar esas expresiones de solidaridad arraigadas en un pueblo luchón justo ahora que es lo que se necesita. La respuesta podría resultar simplista, pero no alejada de una realidad innegable. Partidos y políticos solo quieren votos para perpetuar su poder, y las elecciones del 6 de junio marcan la meta, aunque para esa fecha el Covid haya cobrado la vida de 300 mil personas, si avanzamos a este ritmo de defunciones.
La narrativa expuesta en los discursos políticos nos empuja hacia un desfiladero en el que caeremos todos sin remedio. Pero hay que decirlo, en este momento que necesitamos llamados a la unidad, a trabajar en equipo, codo a codo, en una dirección y meta común, para enfrentar exitosamente la crisis en la que nos ha metido el virus del Covid, los mensajes son contrarios. Todos parecen apuntar al rompimiento del tejido social y a su confrontación vil.
Hay que escuchar los miles de mensajes que ha diario difunden partidos políticos y candidatos que buscan conquistar a como dé lugar uno de los puestos en disputa en las próximas elecciones. Acusaciones y descalificaciones sin fin dominan las campañas, avivando la pugna social.
Estamos a un mes para que miles de mexicanos acudamos a las urnas a votar por alguno de los 20 mil cargos en juego, y en las urnas conoceremos el ánimo de una ciudadanía dolida y afectada la pérdida de miles de vidas no sólo por el coronavirus, sino también por la inseguridad y la falta de atención por las enfermedades crónicas que padece una gran parte de la población.
No hay que olvidar que casi 94 millones de ciudadanos forman parte de padrón electoral que votarán el próximo 6 de junio, y que muchos de ellos enfrentaron o padecen la tragedia de la muerte de algún ser querido. Muchos de estos votantes son jóvenes, de entre los 25 y 29 años, más de 11 millones, y muchos quizás, perdieron a padres, madres o abuelos.
Si alguien cree que todo está escrito y que el partido en el poder, el del presidente, será el gran ganador en estas elecciones, sería bueno que se lo pensaran dos veces, las cosas no serán tan fáciles. Los muertos por la pandemia, el desempleo, el costo ascendente de los productos de primera necesidad, la quiebra de miles de negocios y la cancelación de proyectos e inversiones en el país, sin contar el éxodo de miles de mexicanos a Estados Unidos, pesarán en el ánimo de la gente, justo cuando estén frente a las urnas.