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- 31/05/2021
En Busca del Estado Perdido-El 6/6
El próximo domingo 6 de junio, se celebrará el proceso electoral más importante en la historia de nuestro país. La trascendencia del proceso -a diferencia de lo dicho por el INE- no radica en el tamaño de la elección -una cuestión meramente cuantitativa- sino en la definición del rumbo que puede tomar nuestra nación. En la elección del 6/6 está de por medio el ejercicio de gobierno para los próximos años, esto es, lejos de ser una cuestión de cantidad se convierte en un tema de calidad.
¿Qué gobierno queremos para los siguientes 6 años?
El ejercicio del mando en materia política requiere del ingrediente de la negociación, la generación de pactos en donde haya concesiones de las partes involucradas, dando como resultado el concurso de posiciones ideológicas para resolver uno o varios temas, eso precisamente nos enriquece, no se dejan las cosas a la voluntad de un actor político, sino a varias fuerzas, pluralizando las acciones de gobierno; es el ideal de la democracia.
Este domingo se decidirá -entre otras posiciones- la conformación de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, quizá el poder más plural de todos, recinto en el que todas las fuerzas políticas del país se expresan. Los escenarios son dos: Una Cámara de Diputados controlada por el movimiento en el poder o -en contrasentido- con mayoría de la oposición, en este último escenario, haciendo necesaria la concertación para la aprobación de las más importantes iniciativas de ley como son reformas a la Constitución, el presupuesto de la federación o la nueva reforma fiscal.
Contextualmente, la elección se encuentra en medio de un entorno con alto grado de violencia, más de 90 candidatos de diversos partidos han sido asesinados por el sólo hecho de haber sido candidatos. Muchos más son amenazados. Recientemente el candidato a Presidente Municipal de Guadalajara por Movimiento Ciudadano, Pablo Lemus, virtual ganador de la contienda, denunció haber sido objeto de amenazas hacía él, su esposa e hijos. Su reacción fue continuar en busca de la Presidencia, aún con los riesgos que ello conlleva en medio de un agravado clima de inseguridad que impera en Jalisco.
Lo mismo ocurre en Chihuahua, Tamaulipas, Baja California, Guerrero, Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, diría, en todo el país. La elección pretende ser decidida por la fuerza y no por el voto.
A la violencia, hay que agregar dos ingredientes extraordinarios, pero por demás perniciosos, me refiero a la intervención mediática del Presidente López Obrador en el proceso. Obran en el INE en contra del Presidente de la República diversas quejas que tienen como respuesta de López Obrador el reniego con descalificaciones contra el arbitro electoral -que por cierto hace más de tres años vigiló la elección que lo terminó llevando al lugar que ahora ocupa-, no hay respeto a la institución, mucho menos a los consejeros; el segundo y grave ingrediente, es la falta de base ideológica en los candidatos, encontramos a otrora priistas como nuevos morenistas; emecistas con origen panista o tricolor, es decir, solo buscan el poder por el poder sin que se sustenten en principios ideológicos, base esencial de todo quehacer político.
En suma, es la elección más importante cualitativamente porque define el rumbo de los próximos años para la nación en medio del peor clima de violencia con un Presidente que interviene -indebidamente- en el proceso, con candidatos sin un sustento en principios ideológicos.
Los ciudadanos tenemos el remedio en el voto. Es el arma más poderosa contra el autoritarismo, la intolerancia, la violencia y candidatos sin pertenencia. Actuemos con responsabilidad y vayamos a votar, definamos rumbo en medio de una carrera en la que la república se nos está yendo de las manos.
Este 6/6 todos a votar.