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- 04/04/2023
Retrato Ormeta- El INE tan hostigado y lastimado
El Instituto Nacional Electoral es el villano preferido del actual gobierno federal. Desde el inicio en funciones del presidente López Obrador, los contrapesos constitucionales fueron cediendo mucho terreno político al entonces entrante presidente de la República, que no dudo en llenarlos ni descabezarlos. Tan es así que los diputados y senadores se erigieron como los empleados federales que sólo levantaban la mano para aprobar las iniciativas del titular del Ejecutivo Federal, no movían ni una coma a sus proyectos ni mucho menos intentaron frenar alguna decisión presidencial. La Corte se mostró tibia en la evaluación de los caprichos presidenciales, cediéndole al presidente la alegría de poder realizar su mentada consulta para enjuiciar a los ex presidentes y le permitió vivir a su cuestionada Reforma Eléctrica. Por su lado, los órganos constitucionales sólo vieron sin chistar como eran descabezados, deshidratados económicamente y dejados en la inoperatividad para la sonrisa presidencial. Situación particular le paso al INE.
En efecto, el INE se convirtió en el último reducto de defensa a los deseos de que todo el poder político estuviera debajo de la suela presidencial. Olvidando el principio de división de poderes que sostiene toda República y bajo la engañosa propaganda de que los integrantes del Consejo General vivían en la opulencia con sueldos excesivamente más altos que el presidente de la República, el gobierno federal puso toda la carne al asador para golpear al INE. Casi todas las mañaneras, el presidente López Obrador cuestiono el caro quehacer del instituto electoral y en particular, señaló al consejero Lorenzo Córdova y Ciro Murayama como los grandes ejemplos del conservadurismo que impedían la consolidación de la democracia. Es cierto que había otros intereses oscuros que sostenían el ataque al árbitro electoral, pero todo se enarboló bajo el noble concepto de la austeridad republicana que quería imponerse a toda costa en este bastión, política gubernamental propia del poder Ejecutivo que buscaba ser regla en todo el Estado Mexicano.
La respuesta no se hizo esperar, pues tanto Lorenzo como Ciro presentaron férreas respuestas a los infundios salientes del púlpito presidencial tanto en los hechos como con las palabras. Es cierto que se hicieron fuertes recortes al interior del INE hechos por los mismos miembros del Consejo General, pero ni se redujeron los salarios ni hicieron recortes en otras áreas de su funcionamiento. Sí, los consejeros bien argumentaron que no iban a reducirse el salario porque el presidente de la República no era su patrón para imponerles la austeridad republicana y no iban a recortar gastos de otras áreas del instituto porque eso afectaría la organización de las elecciones. Ante tal acción, el manotazo presidencial se hizo sentir mediante el recorte del presupuesto al órgano constitucional autónomo que se le hizo en la Cámara de Diputados, así como en varias intentonas, los diputados guindas convocaron a sus pares a iniciar juicios políticos en contra del consejero presidente Lorenzo y el consejero Ciro.
El hostigamiento fue brutal hacia los consejeros señalados. Peor aún, ante la nula actitud del Consejo General del INE de someterse a los designios de Palacio Nacional, el presidente de la República amenazó con enviar al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma constitucional para cambiar radicalmente la estructura del instituto y modificar las reglas electorales. Para fortuna de la democracia, la ciudadanía convocó a una marcha para evitar el atropello presidencial, bajo la insignia del “INE no se toca”, miles de personas salieron a las calles a expresar su rechazo al proyecto de reforma constitucional. La oposición no tuvo más remedio que sumarse a la marea ciudadana, provocando la irritabilidad del Poder Ejecutivo, quien al ver muerta su posibilidad de reforma constitucional, decidió mandar un paquete de reformas a las leyes secundarias para mover el tapete electoral. El famoso “Plan B” nació al cobijo de la mayoría legislativa de MORENA.
Finalmente, el consejero presidente Lorenzo Córdova y el consejero Ciro concluyeron su mandato en el instituto electoral al igual que los hicieron otros dos consejeros más. Se van con la frente en alto porque todas las elecciones en las que fueron parte entregaron resultados limpios que brindaron certeza jurídica, no quedan exentos de justas críticas en su actuar, pero no queda duda de que sufrieron un acoso terrible por parte del poder presidencial. El presidente de la República más demócrata de la Historia como se autodenomina, presionó y acosó a un instituto electoral que ha sido fundamental para la consolidación de la democracia y para que la oposición pueda acceder al poder. Lo sabe en carne propia, pero no importo.
Ormeta: Arrancaron las campañas electorales en el Estado de México y Coahuila para elegir a su próximo mandatario estatal. Hablaremos más del tema porque sin duda nos sobrarán asuntos a tratar.