Biden, AMLO y Trudeau: three amigous-Breve, pero a fondo

Hace poco más de cinco años, los entonces presidentes Barack Obama y Enrique Peña Nieto, junto con el primer ministro, Justin Trudeau, sostuvieron un encuentro en Ottawa para relanzar una sociedad política y económica, que ya había dejado importantes dividendos para Estados Unidos, México y Canadá, gracias al Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).

Compleja, sin duda, pero rentable y benéfica para los tres países, ya que gracias a ese acuerdo, el intercambio comercial alcanzó los más de 600 mil millones de dólares al año, uno de los más grandes del planeta.

No había razones para abandonar este jugoso tratado que en mucho ayudó a apuntalar las economías de esta tercia de países socios, en otras palabras: friends and partners. De ahí que haya evolucionado hacia el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).

Ahora toca al presidente Andrés Manuel López Obrador y al premier Trudeau, reunirse con Joe Biden, en un cónclave programado para este jueves en Washington, lo que marcará el primer encuentro presencial entre los tres mandatarios, una nueva versión de los three amigous.

Con este encuentro en la Casa Blanca, los tres países retoman este ejercicio, dejado atrás por coyunturas políticas y algunos desacuerdos expresados primordialmente por anterior el mandatario estadounidense, Donald Trump, quien aseguraba que el acuerdo en nada beneficiaba a su país, y que más bien lo perjudicaba, porque alentaba el éxodo de los empleos a México. A Canadá, también lo sacudió con críticas al señalar que abusaban del mecanismo.

Por supuesto, que el presidente Andrés Manuel López Obrador ve el encuentro como una oportunidad inmejorable para impulsar temas que le apremia poner en la agenda bilateral, primero migración, luego comercio e inversiones, aunque también un monton de propuestas que, a la vista de los analistas políticos, son harto difíciles de cumplir.

Pretender que el presidente Biden apoye el deseo de su colega mexicano para legalizar la situación migratoria de más de 11 millones de mexicanos indocumentados, que se calcula residen en Estados Unidos, es por decir lo menos, un imposible. Una acción de esta medida, pasaría por el Congreso estadounidense, y ni demócratas ni republicanos están en el ánimo de hablar del tema.

En pocas palabras, sería una propuesta suicida para el propio mandatario estadounidense, que ya de por sí se encuentra en niveles bajos de aprobación por el tema de Afganistán, por una parte, y por la acelerada inflación y una economía que no termina de crecer a los niveles proetidos, por la otra.

López Obrador no se anduvo por las ramas y dijo ayer que en esta reunión “no perderemos el tiempo con Estados Unidos y Canadá”, y que tanto en la reunión bilateral ya acordada con Biden, como en la trilateral, con la participación del premier Trudeau, se tomarán decisiones efectivas.

“Lo importante es que lleguemos a acuerdos y que se apliquen esos acuerdos, diálogo con compromisos y que se conviertan lo más pronto posible en hechos”, expuso muy a su estilo el presidente en su mañanera, en la que trató de no adelantar lo que planteará a sus socios en la capital estadounidense.

Para el Presidente, las cumbres son importantes, pero lo son aún más sus resultados, y que los acuerdos se lleven a la práctica. “Creo que el presidente Biden y el primer ministro Trudeau son hombres de acción”, consideró López Obrador, un poco enviando el mensaje de que se trata de un encuentro de trabajo y no para “conceptualizar o análizar” la realidad. “(El encuentro) es para tomar decisiones, porque ellos no están para perder el tiempo, ni (tampoco) nosotros”. Así, tajante.

Lo que parece una realidad, es la preocupación legítima de Biden por el fenómeno migratorio. Estamos viendo avanzar un río de migrantes centroamericanos que se dirige hacia Estados Unidos y eso los pone con los nervios de punta. Aquí, en territorio mexicano, paso libre por razones humanitarias.

Será interesante conocer a detalle los acuerdos alcanzados en este encuentro trilateral, en el que sin duda, la reforma al sector eléctrico será uno de los tópicos a tratar, especialmente por Biden, quien ya recibió la advertencia de su embajador en México, Ken Salazar, de que cambios propuestos por AMLO atentarían contra los intereses estadounidense.

Habrá que esperar hasta el jueves para saber lo que pasó. Mientras, representantes del Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas, visitan México, y esa no es buena noticia, ya que ven una crisis humanitaria en el país.

Apunte final: Todo esfuerzo dirigido a convencer sobre la importancia de regularizar la situación migratoria de millones mexicanos en Estados Unidos, es de una valía inconmensurable.