Eres Magia- Las crisis existenciales 

Eres Magia- Las crisis existenciales 

Crecemos con la idea de que en la vida solamente tenemos una crisis existencial, la famosísima crisis de la mediana edad. Y esto, no es del todo cierto. Primero valdría la pena, como es costumbre aquí, definir a qué nos referimos cuando utilizamos la palabra “crisis”. Esta palabra se usa muchas veces para describir estadios de confusión que se mezclan con una gran cantidad de emociones que llegan a abrumarnos de sobremanera. Nos sentimos abrumados por la cantidad de emociones, por la potencia en las que las sentimos y por lo bien o mal que las sabemos gestionar. Podríamos aterrizar aun más, que hablamos de crisis cuando hablamos de cambios ya sean: grades, pequeños, radicales, inesperados etc. A veces tenemos una relación bastante pronunciada entre la crisis y sentimientos de perdida y desconcierto, lo cual nos lleva a sentirnos desorientados y sin saber que hacer.

Esto a su vez pone aprueba nuestra habilidad o falta e habilidad para adaptarnos. Los cambios son situaciones en donde se lanza una luz sobre nuestras habilidades, talentos y cualidades. A su vez pone en tela de juicio nuestro autoconcepto, que es este el concepto que tenemos sobre nosotros mismos. Ejemplo “seré capaz”, “podré”, “qué me dice esto de mi”, “quién soy”, etc. De ahí en realidad viene el estadio de crisis ya que nos hace cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno.

Hemos conversado en otras columnas sobre lo poderosa que puede ser la incertidumbre, y esta aversión casi innata que le tenemos. Pero como hemos establecido antes, no es innata, es algo completamente aprendido, por la concepción que tiene la sociedad y que se pasa de generación en generación. Y por el bagaje de nuestras experiencias pasadas. Se podría decir que las crisis no son más que este miedo al cambio causado por la incertidumbre que la misma situación nos genera. No solo nos hace cuestionarnos a nosotrxs mismxs, pero nos hace cuestionarnos y no tener respuesta sobre el “qué va a suceder”. Levándonos a su vez a la realización de que en realidad no tenemos “control” sobre la respuesta. 

De la incertidumbre se deprende la inseguridad. El no saber cómo, cuándo y dónde, va a hacer que nos cuestionemos a nosotrxs mimsxs y más cuando tenemos una marcada tendencia a minimizar nuestras habilidades, capacidades y talentos para resolver y manejar los cambios. 

No confiamos en que tenemos esta capacidad de resolver y de adáptanos, lo cual refuerza el discurso interno que muchos tenemos de que “nos cuesta adaptarnos al cambio”. ¿Y si desde el principio nos creemos capaces? Cómo cambiaría la manera de experimentar el cambio. Si hemos establecido que las crisis no son más que cambios y que los cambios son intrínsecos de la vida. Imagínense cuantos cambios/ crisis vamos a vivir en nuestra vida. Y creo fielmente que mucho de cómo vivimos estas “crisis” es por la manera en la que los percibimos. En su mayoría únicamente llena de connotaciones negativas.

Cuando hablamos de crisis, podemos estar hablado de dos miedos que se detonan en estas circunstancias, que son el miedo al abandono y el miedo al fracaso. Respecto a este último miedo valdrá la pena resignificar qué entendemos por fracaso o por lo menos verlo de diferentes configuraciones, como un cubo en vez de un cuadrado. Sí quizás no fue como querías, o quizás hubo cierto error, pero, ¿qué sabes ahora, que antes de esta experiencia no? ¿Qué te enseño? Y reflexionar que gracias a esa experiencia ahora no eres la misma persona que era antes. Lo mismo sucede para “la crisis” que tal, si en vez de creernos este discurso de que “odiamos los cambios, nos cuesta mucho adaptarnos y son lo peor que nos podría pasar”. Nos enfocamos en que son parte de la vida y mejor me pregunto “¿qué aprendí”? Y si vemos las crisis como parte de nuestra evolución. Como un espacio que es necesario para que nos preguntemos ¿qué es lo que queremos de mi, de la vida? Un espacio que nos permite practicar la adaptación y nos permite replantearnos prioridades y necesidades. Espacios de reflexión que no sé si no tuviéramos crisis, nos permitiríamos.

¿Cómo comenzar a manejar estos estadios? Cuando nos encontramos en estas etapas de crisis, lo que deberíamos hacer es enfocarnos primero que nada en nosotrxs mimsxs. Date el tiempo que necesites para encontrarte, para reconcentrar contigo. Utiliza tu red de apoyo, comparte tus necesidades y ve si te pueden ayudar, con compañía, opiniones o simplemente con una escucha. Utiliza tus experiencias pasadas como tu guía, lo más seguro es que esta no sea la primera crisis en tu vida, ¿qué has hecho antes que te sirvió y que herramienta o que metodología podrías usar ahorita para ayudarte? Finalmente, trabaja tu autoestima reconociendo tus éxitos y logros anteriores, de ahí puede nacer la motivación para afrontar estos momentos difíciles. 

Publicaciones Relacionadas

En busca del estado perdido-Fuerza Aérea

En busca del estado perdido-Fuerza Aérea

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus propios autores, mismos que Uni2Noticias no necesariamente comparte
En busca del estado perdido- Familia

En busca del estado perdido- Familia

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus propios autores, mismas que Uni2Noticias no necesariamente comparte
En busca del estado perdido-Justicia, la gran deuda

En busca del estado perdido-Justicia, la gran deuda

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus propios autores, mismos que Uni2Noticias no necesariamente comparte

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *