¡Fuera cadenas!-Bizarre Love Triangle

Hemos abordado ya en muchas ocasiones que la Democracia conlleva una serie de cuestiones para que un Estado se pueda considerar democrático. Por ejemplo, se deben reconocer libertades a favor de las personas, y el poder del Estado sebe encontrarse dividido. Normalmente, ese poder se divide en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. 

La teoría señala que el poder más importante es el legislativo, porque allí es donde se convoca a la ciudadanía a través de sus representantes para la discusión de las cuestiones públicas. Por eso es que nuestro presidente toma posesión de su encargo y rinde protesta ante el Congreso; por eso el Congreso es quien aprueba las cuentas públicas, los egresos y la ley de ingresos. Por eso mismo el Congreso puede, en un ejercicio democrático y republicano, convocar a cualquier titular de las dependencias del ejecutivo para que rinda cuentas ante el representante de la ciudadanía. Desafortunadamente, estos ejercicios democráticos y republicanos se han ido perdiendo, por ejemplo, el presidente ya no acude personalmente al Congreso a rendir su informe anual.

El Ejecutivo tiene un mandato (no es el que manda, es el que obedece a la sociedad) y debe cumplir con ciertos objetivos que el Congreso fija en las leyes; esto es, el Congreso dispone y el Ejecutivo cumple. Por tanto, el Ejecutivo debe someterse al Congreso, y nunca al revés (aún cuando a veces eso no parezca).

El Judicial tiene encomendado resolver las controversias suscitadas entre la sociedad. Aparte de ello, el Judicial también tiene encomendado resolver los problemas constitucionales que acontezcan entre los otros poderes. Todas estas controversias deben ser resueltas con base en las leyes aprobadas por el Congreso.

Como es de verse, el Congreso incide en todas los ámbitos de un Estado democrático. 

Me gusta pensar que estos poderes tienen una relación muy delicada y muchas veces su buena salud depende de la “buena voluntad” que tengan los propios titulares de esos poderes. New Order diría que este es un Bizarre Love Triangle donde los poderes de un Estado democrático deben respetarse entre sí y, a veces, motivarse mutuamente para trabajar en conjunto y lograr sus objetivos en beneficio de la sociedad. 

Esta es una Democracia, el poder debe organizarse y las personas que ostentan el poder deben entender que ese poder no es para ellos ni para siempre, sino que se debe por la sociedad y es para beneficio de ella. Por eso cuando hay un problema constitucional entre los poderes no puedo dejar de pensar:

Every time I see you falling

I get down on my knees and pray

I’m waiting for that final moment

You say the words that I can’t say.