¡Fuera cadenas!- ¿De qué va la consulta popular?

¡Fuera cadenas!- ¿De qué va la consulta popular?

Algunos de ustedes sabrán que actualmente me encuentro estudiando el doctorado en derecho en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. El lunes pasado tuve mi evaluación semestral con mi comité tutorial en el cual se encuentra integrado por tres grandísimos juristas. En esta reunión estuvimos debatiendo con respecto a ciertas inquietudes que tengo yo con relación a las iniciativas de reforma constitucional que fueron planteadas para integrar a nuestro sistema constitucional a la consulta popular como herramienta de participación ciudadana. Mis dudas fueron con respecto al momento en que fueron planteadas estas iniciativas, pues las mismas parecieran que fueron respuesta por parte de los partidos políticos de oposición a las políticas de gobierno del entonces presidente Calderón en su guerra contra el narcotráfico. Más adelante les explicaré sobre esto.

Mi investigación consiste en analizar la normativa que regula a la consulta popular en México; este es un tema que me ha llamado mucho la atención desde la reforma energética del 2013. En aquella ocasión, como ustedes recordarán, diversos partidos políticos de izquierda aquí en México solicitaron la celebración de una consulta popular previo a la aprobación de la reforma constitucional en materia energética. Fue en ese momento cuando quise investigar un poco más con relación a la consulta popular y para qué servía, incluso me atreví a escribir un artículo en el cual proponía la inconstitucionalidad de esa reforma  constitucional en materia energética por no haber seguido el proceso democrático. De acuerdo con mi lógica, debería de consultarse al pueblo esa reforma por la amplia discusión política que existió en torno a ella y como ellos no sucedió, yo pensé que esa reforma sería inconstitucional por tal motivo. 

Al día de hoy, han habido 5 intentos para la celebración de una consulta popular, cuatro de ellas fueron propuestas en el 2014  y todas fueron rechazadas por la Suprema Corte. Dos de esos intentos fueron con respecto a la reforma energética, una fue para aumentar el salario mínimo y la última para eliminar a los diputados plurinominales (lo cual me parece un error). Estas primeras cuatro consultas populares fueron solicitadas por los partidos políticos de mayor importancia a nivel nacional. El quinto intento para la celebración de una consulta popular fue el impulsado por el presidente de la república en el año 2020 y fue celebrada en agosto del año pasado, cuya temática era el que se juzgara a los expresidentes de la República por los crímenes y delitos que hubieran cometido durante su gestión como titulares del poder ejecutivo. 

Cómo podrán darse cuenta, esas consultas populares han sido abanderadas e impulsadas por las mismas personas que ocupan el poder; esto es, no hay un interés real por parte de la sociedad de solicitar la celebración de ese mecanismo de participación ciudadana. Es más, la misma Constitución impone unos requisitos prácticamente imposibles de cumplir para que un ciudadano pueda solicitar la celebración de una consulta popular. Lo que la Constitución pide es que se junten el 2% del padrón electoral, lo cual equivale a más o menos dos y medio millones de personas, a solicitar la celebración de una consulta. Éste es un requisito cerca de imposible de cumplir, ni usted ni yo tenemos la capacidad de obtener tantos apoyos para generar una solicitud de celebración de consulta.

Justo lo que les acabo de platicar es lo que me llama la atención: ¿por qué se creó una consulta popular que no está alcance de la ciudadanía cuando su finalidad es precisamente acercar a la ciudadanía a los centros donde se toman las decisiones del poder? Hace un par de semanas me puse estudiar las iniciativas de reforma constitucional que fueron presentadas desde el 2005 hasta el 2010 en torno a la consulta popular,  y lo que encontré me llamó la atención: en la mitad de estas propuestas se hace relación a la crisis de seguridad pública que se empezaba a sentir en el país en aquellos años. Incluso, en dos de esas propuestas se expresa la preocupación de que el gobierno, en aras de proteger la seguridad pública, limitaría los derechos de los ciudadanos; por tanto, esas dos propuestas consideraban necesario contar con un mecanismo de participación ciudadana como garantía de que el gobierno no limitaría injustificadamente los derechos fundamentales de la ciudadanía. 

Esto me hizo pensar: ¿acaso la consulta popular fue pensada por los partidos políticos de oposición como una especie de mecanismo de garantía que estuviera a la mano de ellos mismos para impedir la marcha del ejecutivo? Lo que queda claro es que la consulta popular ha sido empleada por la misma gente que ocupa el poder con fines netamente demagogos y no para acercar a la ciudadanía a los centros de discusión política y toma de decisiones públicas. Y esto me hace pensar: entonces, ¿de qué va la consulta popular?

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