Reflexiones del Galeno-¿Cómo actuar ante sospecha de un infarto?

Actuar ante una emergencia es todo un reto. Pocas veces tenemos un protocolo de contención para afrontar situaciones fuera de lo común y las emergencias médicas no son la excepción. No los culpo, quizá de no ser médico, tampoco me importaría  cuál es el hospital con hemodinámica más cerca de mi casa. Pero en situaciones críticas, como en la sospecha de un infarto, no solo es importante saber identificarlo, también es importante saber qué hacer.

Los síntomas típicos de un infarto cardiaco  son el inicio abrupto de una molestia torácica, esta puede ir desde una pequeña sensación de presión en el esternón, hasta una penetrante sensación de dolor y sofoco. El dolor característicamente suele  irse hacia la espalda, la mandíbula y el brazo izquierdo, aunque todo esto es variable según la zona de lesión.  Suele permanecer más de 20 minutos y no se modifica con la posición. Puede acompañarse de sudoración, nausea, dificultad respiratoria, palpitaciones y vómito. Existen escenarios donde la sintomatología no suele presentarse de manera franca y se manifiesta simplemente con una molestia en la boca del estómago o una sensación similar al reflujo. Estos escenarios suelen ser en pacientes diabéticos, ancianos y mujeres.

La realidad es que los síntomas pueden llegar a ser inespecíficos y ante la duda, es mejor acudir a valoración por un experto. A los pacientes en quienes se sospecha de un evento coronario agudo y deban trasladarse para corroborar el diagnóstico con un electrocardiograma, se les deberá pedir que mastiquen una tableta de ácido acetilsalicílico, cubriendo una dosis aproximada de 300 miligramos.

El tiempo en que se busca apoyo es vital, idealmente el paciente debe de llegar en el menor tiempo posible a un hospital donde se tenga una sala de hemodinámica. Esta sala es un espacio designado para realizar una intervención coronaria percutánea. Intervención que busca resolver la obstrucción coronaria y así disminuir el daño ocasionado por el infarto y logar la reperfusion.

Existen un par de estrategias para resolver de manera efectiva y pronta la obstrucción coronaria. Sin embargo, el éxito de estas estrategias depende de su realización temprana. Es por esto,  que en realidad la pauta del pronóstico del paciente la marcan los familiares y el mismo paciente. Si tardan mucho en reconocer los síntomas del infarto y en buscar ayuda, se van presentando una serie de limitaciones que condicionan un mayor tiempo de daño al corazón y complican el pronóstico del paciente.  La estrategia por excelencia para la resolución de la oclusión es la intervención coronaria, se realiza mediante un acceso vascular arterial, que suele ser la arteria radial. Se introduce un catéter y una guía que sigue todo el trayecto vascular hasta el vaso culpable. Se introduce un balón para reabrir la luz del vaso sanguíneo y se coloca un stent. Desafortunadamente aunque es un procedimiento muy seguro, para ser candidato a l tratamiento se requiere cumplir una serie de requisitos, donde destaca el tiempo desde el inicio de los síntomas.

Hoy a pesar de todos nuestros esfuerzos, las defunciones a consecuencia de un evento cardiovascular permanecen ocupando los primeros lugares de causas de mortalidad. Es obligación de todos nosotros tener identificado el hospital más cercano con una sala de hemodinámica, saber reconocer los síntomas típicos de un infarto y tener un protocolo establecido para acudir en el menor tiempo posible a valoración por un médico capacitado.  Cumpliendo con estos objetivos, tendremos programas de respuesta rápida de urgencias cardiovasculares más sólidos.

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