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- 17/05/2023
Retrato Ormeta- ¿Es factible la elección de jueces en México?
Recientemente, el coordinador de los diputados de MORENA declaró que su grupo parlamentario estaba analizando seriamente el presentar una iniciativa de ley para buscar que los ministros del máximo tribunal del país fueran electos por voto popular. Nada cayó bien al gobierno y a su mayoría legislativa que 9 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declararan inconstitucional la primera parte del paquete de reformas en materia electoral por vicios en el procedimiento legislativo que permitieron su rápida aprobación, el tirar el famoso “Plan B” por no estar acorde con la Constitución fue la acción que provocó una andada de descalificaciones y calumnias hacia los ministros por haber decidido invalidar su reforma electoral. Esta marea de infamias hacia los integrantes de la Corte tuvo como cereza del pastel, el buscar que por ley sean elegidos democráticamente.
En efecto, bajo el argumento de que las y los ministros de la Corte son una “casta privilegiada” que velan por los intereses de los neoliberales corruptos, es que la mayoría legislativa de MORENA desea democratizar al máximo cuerpo colegiado judicial para que ya no respondan a los caprichos de las elites, sino que se deban por completo al servicio del pueblo. Que mejor forma de garantizar su democratización que imponer un sistema de elección popular para seleccionar a los máximos jueces del país, para que sean los y las ciudadanas quienes mediante su voto elijan a los ministros de la Corte. Si se elige al presidente de la República, a los senadores y diputados federales mediante sufragio universal, por qué este mismo método democrático no debe imperar en el Poder Judicial. Los jueces deben ser electos mediante el voto para servicio del pueblo que los y las eligió.
Más aún, los legisladores de MORENA presumen que en otros países se eligen democráticamente a los jueces. En Bolivia algunos tribunales están compuestos por jueces elegidos mediante sufragio y en algunas entidades federativas de los Estados Unidos de América los jueces también son elegidos por voto popular. Esto es, hay países latinoamericanos que seleccionan a sus jueces por voto y también hay países del primer mundo que lo hacen por el mismo método, lo que significa que esta idea no resulta descabellada ni sacada de la manga. Y tienen en parte razón porque una democracia tan consolidada como la estadounidense permite que entidades como Georgia o Mississippi elijan a los jueces por voto popular para que puedan llegar a ser parte de su máximo órgano de la entidad. En algunos estados de la Unión Americana algunos jueces locales son electos, pero hay que precisar que todos los jueces federales americanos no llegan a sus cargos por dicho método.
Así es, cada estado de la Unión Americano tiene sus propias reglas para elegir a sus jueces locales que sólo tendrán jurisdicción dentro de esa entidad. No obstante, los Estados Unidos de América están divididos en circuitos judiciales, en los cuales son nombrados los jueces federales que tienen jurisdicción sólo dentro de este circuito y que puede abarcar uno o varios estados de la Unión Americana. Los jueces federales son nominados por el Presidente del país y son aprobados por el Senado mediante un estricto escrutinio, así como una vez en el cargo, una de sus principales tareas es revisar lo hecho por los jueces locales. Esto es, el sistema judicial americano tiene un sólido esquema federal de jueces que puede darse el lujo de que las entidades federativas puedan elegir mediante voto popular a sus jueces, bajo la bandera del federalismo y teniendo como freno de mano la independencia judicial.
En el caso mexicano resulta sumamente peligroso que los máximos jueces de una nación sean elegidos democráticamente, tomando en consideración que son los intérpretes y defensores últimos de la Constitución. Por definición, los integrantes de los máximos tribunales de un país tienen la misión de erigirse como órganos contra mayoritarios que están fuera de la juega electoral justo por esa razón. El no ser elegidos mediante voto popular les permite tener la seguridad y certeza de que sus decisiones no estén basadas en ganar la siguiente elección y con ello conservar su cargo, sino que se parte de la premisa de que al no depender de la juerga electoral sus decisiones serán con base en argumentos sólidos. La elección de los máximos jueces del país los convierte en simples políticos, no juristas que su labor requiere.
Ormeta: Parece ser que la corcholata con apellido Monreal va a poner todos sus dados en buscar la candidatura de MORENA, pero para la ansiada y envidiada Jefatura de Gobierno.