Retrato Ormeta-El presidente López Obrador y el falso enemigo del cambio climático

Según estudios científicos, el planeta sufre alteraciones no sólo en su temperatura, sino también en la forma en qué se desarrollan los fenómenos naturales sobre él, producto de lo que llaman cambio climático. Este último concepto acuñado por las acciones humanas que contaminan los ecosistemas del planeta de forma exacerbada y que como consecuencia tenemos a un mundo “alterado” en su curso normal de desarrollo. Los seres humanos tan estamos alterando al mundo que en pocos años derretiremos los glaciares que tardaron miles de millones para formarse y estamos destruyendo día a día una capa de ozono que tiene su origen casi a principio de la formación del planeta.

Por esa razón, hace unos días los líderes de las principales potencias del orbe se reunieron para hablar sobre varios asuntos y sobre todo, para hacer varios compromisos que conlleven a disminuir las emisiones de CO2 que tanto dañan al planeta. Asimismo, se comprometieron a una serie de acciones que eviten seguir contaminando los ecosistemas como es el de buscar inversiones económicas que generen energía limpia. Así, ante tal escenario, nuestro actual presidente decidió ausentarse de la reunión y en su lugar mandar al canciller Marcelo Ebrard, quien más preocupado por buscar fotografiarse con otros jefes de Estado, realmente enfatizó que su presencia no aportó nada a la mesa de ideas para combatir esta amenaza mundial llamada cambio climático.

Y bueno, que se podía aportar a la mesa, si nuestro actual gobierno está destruyendo una selva en el suroeste del país para construir un tren o que esta encaprichado en construir una refinería para seguir procesando recursos fósiles como el petróleo, uno de los recursos más contaminantes del planeta. De ahí, puedo inferir que el jefe de Estado mexicano decidiera ausentarse de la cumbre, pues poco hubiera podido aportar y sus repetidas anécdotas históricas que se sabe, le hubieran resultado insuficiente para torear suerte en el foro internacional, por ende, era más factible mandar a poner la “cara de palo” al canciller, quien se tomó el evento no como cumbre internacional sino más como un evento social de alta gala.

Quizás el presidente López Obrador se mantenga en la línea de Donald Trump o del gobierno del brasileño Bolsonaro, que piensan que el cambio climático es un invento de la ciencia, pues se apegan a la teoría de que el planeta como cualquier ser vivo sufre alteraciones en su organismo que tendrán como producto que logre adaptarse a los nuevos cambios que sufra. Sin embargo, los que defienden esta teoría olvidan que en el proceso para que el planeta pueda adaptarse a los nuevos cambios sufridos, puede conllevar a que la raza humana se extinga, pues si el planeta sobrevive a las altas temperaturas y sin capa de ozono, se estaría ante condiciones inhabitables para el actual ser humano.

Lo anterior lo creen Trump y Bolsonaro. Y por eso justificaban que para echar a andar sus economías era necesario expandir la industria más contaminante del planeta, como si el modelo de la revolución industrial elevado a la potencia garantizará crecimientos a sus economías, aún a costa de contaminar diez veces más el planeta que en aquella época. Por ello, estos fervientes creyentes consideran que el combate al cambio climático sólo es una imposición del primer mundo para frenar al tercer mundo de buscar crecer económicamente echando a andar industrias contaminantes, seductor argumento que cobraría fuerza si el planeta y la misma raza humana no estuvieran de por medio…

Omerta: Interesante sentencia emitió el Tribunal Electoral sobre la revocación de mandato y no sólo por darle rumbo a este ejercicio, sino también porque busca que el presidente de la República no sea su principal promotor…

TFA