Retrato Ormeta-La educación pública en el olvido para la 4T

Siempre es fundamental preguntarse ¿qué tipo de educación es la que se impulsará desde el Estado? Las respuestas pueden variar, e incluso, algunas de las teorías educativas pueden contraponerse, pues se puede pujar por una educación socialista o liberal, por una conservadora o democrática, inclinarse por una educación estatista o mejor por una familiar. Esto es, dependiendo de la inclinación se implementarán los programas educativos, se contratarán a los profesores que tengan cierto perfil y se financiaran políticas públicas para catapultar la formación, de ahí, la importancia de tener claridad acerca de qué tipo de educación será impulsada porque a la respuesta se destinarán miles de millones de pesos y también se moldeará el pensar de la niñez y juventud.

Es cierto que tienen algo de razón aquellas voces que claman por centrar al interés superior de la niñez como el eje toral de la educación, situación en la cual, sólo se elegirían aquellas corrientes educativas que busquen la tutela y mejoría del aprendizaje de la niñez. Sin embargo, esto no sucede en la toma de decisiones del Estado sobre educación, pues para cada gobernante en turno una corriente puede adaptarse mejor para el interés de la niñez o no, ya sea que por la ideología política del momento se tenga la creencia que una corriente educativa puede lograr tener a una infancia más y mejor educada. En pocas palabras, casi siempre los Estados anteponen la política educativa cercana a su ala ideológica y una vez elegida, buscan adaptarla para convencer a los ciudadanos que es la mejor para el bien de los niños. 

En México, lo anterior es la regla y no la excepción, aunque hay que admitirlo, muchas veces han resultado exitosas para su cometido a pesar de su carga política. Por ejemplo, al finalizar la Revolución mexicana se optó por una educación más de corte socialista –entendible porque se venía de una guerra civil que busco mejoras para las mayorías-, lo que trajo como resultado no sólo la expansión de centros educativos, sino también la alfabetización de gran parte de la población. Por el otro lado, también tenemos no gratas experiencias, pues a partir de la década de los 80´s hasta entrado el nuevo siglo, el Estado optó por una educación más de corte capitalista, en la cual, se buscaba principalmente que los alumnos tuvieran las capacidades mínimas para entrar al mercado laboral, lo cual, trajo una caída de los índices educativos en todos los rubros conforme a parámetros internacionales.

Peor aún, el elegir una política educativa conlleva el tejer o descentralizar una serie de enrollos políticos, comenzando porque las personas al frente del salón de clases se han convertido en un poder fáctico más preocupado por cuidar sus prebendas que por pelear por mejores recursos para una educación de calidad. Desde el famoso SNTE hasta la CNTE han agrupado a los maestros en una deformación del charrismo sindical, convirtiéndose en fuerzas políticas que chantajean la impartición de clases por apoyo electoral. Situación que no ha cambiado hoy en día, pues también en la autodenominada 4T se utilizan a estas agrupaciones para fines políticos a cambio de que estás obtengan beneficios, olvidándose ambas partes de la educación.

En este actual gobierno, parece ser que la política educativa va con una carga política hacia la izquierda nacionalista, encumbrando la figura del actual del presidente de la república, pues nada más hay que ver el Programa Nacional de Desarrollo de Educación del sexenio y las intentonas de reformas a los planes de estudio en la educación básica para que no haya dudas. Peor aún, se ha cedido un control absoluto de la educación a los entes sindicales y la última titular de la SEP estaba más preocupada por ser nominada candidata al cargo de gobernadora que por dar mejores resultados en la materia educativa. Por tal motivo, preocupa mucho el nuevo nombramiento de la titular de la SEP, pues apunta a seguir politizando la educación, lo cual, va derechito a encaminarse a los fracasos educativos del país…

Ormeta: Nada contento se quedó el senador Higinio Martínez por no alcanzar la nominación de la candidatura de MORENA para la elección del próximo año en el Estado de México, pues los dados siempre estuvieron cargados para la maestra Delfina Gómez… Ya veremos qué tan grande es la fisura en el famoso grupo Texcoco.

CAL