Tehuacanes

Mi padre fue un gran hombre. Cariñoso, expresivo, le gustaba dar el consejo. Aún recuerdo que no dejaba pasar día sin que me dijera ‘estudia’ o ‘cuidado con las drogas, no hay regreso’, guía que obedecí, atesoré y trasmití a mis hijos.

Era amiguero, como buen lector también se le daba la conversación. No había tema que desconociera, eludiera o rechazara.

Frecuentemente, en casa en el pueblo, Chapala, recibíamos visitas. Parientes y amigos, por igual, convertidos en atentos comensales, compartían ocurrencias, anécdotas o visiones de lo que debería ser el Estado. Disfrutaba esos momentos, sobre todo, escuchar relatos de la historia de los viejos que habían participado en hechos trascendentes como la revolución o la guerra cristera.

El Señor Rincón era whiskero, ‘Jaibolero’. Con suficiente hielo, lo saboreaba en sus reuniones, siempre, en el hogar. Un domingo, haciendo los preparativos para la llegada de sus hermanos, la familia entera trabajábamos en los arreglos, los invitados llegarían al medio día. Mis tareas consistían en ordenar meticulosamente el bar, sabedor que el tío Humberto, experto en el deleite de la bebida escocesa, sería uno de los asistentes.

Faltando media hora para la cita abrí las aguas minerales con la sana intención de tenerlas listas. De inmediato mi Papá me dio el sabio consejo: ‘Nunca destapes con tanta anticipación porque se le va el gas y pierde su fuerza’.

El Presidente abrió la carrera presidencial a más de un año de la elección. Nos estamos habituando a la presencia de los aspirantes, la novedad está pasando y quizá llegué el cansancio al electorado producto de más de 12 meses de política permanente.

Además, hábilmente, el Presidente enganchó a la oposición. Nuevamente López Obrador con su genialidad en el manejo de lo público, centró toda la actividad y atención en el tema de su interés: Su sucesión.

Evocando al Maestro Zabludovsky, los noticieros de televisión, radio y ahora redes sociales, dan cuenta, como nota principal, las actividades de los presidenciables. Todos hablan de ellos, no falta un conocido que presuma su cercanía o amistad con una u otro. Las mesas de análisis se vuelcan sobre lo que ofrecen. Los sesudos politólogos construyen escenarios. La especulación a tope, nos presagian meses de diatriba, pataleo y sí, de ilusiones.

La ley es quimera, nadie la obedece. Los actos anticipados de campaña prohibidos para esta fecha son letra muerta. Las instituciones ––INE, TRIFE y FEPADE–– mero adorno, sin voluntad para respetarlas, somos testigos de ello cada mañanera, nos anticipa el conflicto en caso de derrota, bajo la lógica, de que si pierdo hubo fraude, si gano funciona ––costoso–– pero operó.

La adelantada carrera presidencial puede tener dos lecturas, por un lado que los candidatos del Presidente no tienen el recorrido que Andrés Manuel tuvo producto de 18 años de campaña, hay que curtirlos; por otro, López Obrador obliga a la oposición a mostrar sus cartas fuertes, sometiéndolas al desgaste permanente frente a los electores, con el aparato de gobierno en contra. En ambas MORENA es ganadora.

Pienso en mi Padre ¿Será que la excepción a su regla sea este adelantado proceso y el destape solo deje sin gas a los Tehuacanes de la oposición?

Añadido:

Los libros de texto polarizan. El gobierno afirma que son apropiados para la formación de los educandos. En contrario, surgen voces calificadas que los tachan de doctrinarios. Organizaciones ciudadanas acuden en busca de órdenes judiciales para frenar su distribución. México dividido. ¿Hay alguien o algo que nos cohesione?