¡Fuera cadenas!-¿Qué hace la guardia nacional?

La persecución política del ciudadano común ha comenzado en Ciudad de México. Es de todos sabido que el sistema del metro ha sufrido mucho durante la administración de la actual Jefa de Gobierno. Entre choques de trenes, desprendimiento de vagones del convoy, incendios en trenes y oficinas de control del metro, y derrumbes catastróficos, el metro ―aquel medio de transporte orgullo de la ciudad― se ha convertido en un sinónimo de la ineficacia de la administración.

Es de todos sabidos también que la Jefa de Gobierno está en activa campaña política con miras a ser la candidata a la presidencia el año que entra. Cada semana, la señora Sheinbaum ha visitado diversas entidades de la República en supuestas giras de trabajo, y hasta se ha promocionado su imagen en medios masivos de comunicación. Los incidentes en el metro, no obstante, afectan negativamente en su imagen política; lo cual parece ser indeseable para ella. 

Desde el jueves 12 de enero, se desplegaron 6,060 elementos de la guardia nacional para vigilar las instalaciones del metro en Ciudad de México. Esto lo hicieron así porque, a decir de las autoridades, los incidentes que se han registrado en este medio de transporte los han “catalogado como fuera de lo normal”. Se ha llegado al extremo de señalar que estos incidentes pueden ser provocados, y hasta se ha hablado de “sabotaje”. Ante esta situación, las autoridades esperan que “no haya psicosis”.

La única psicosis que hay hoy en el metro es la de las autoridades gubernamentales, pues se ha publicado en redes que se ha procedido a la detención e imputación de usuarios por el delito de ataques a las vías de comunicación cuando a estas personas se les han caído aspas para lavadoras, teléfonos móviles, bufandas y demás artículos inocuos. No entiendo cómo una bufanda puede generar el derrumbe de tramos de la línea 12 del metro, o cómo un aspa de lavadora pueda generar el incendio del centro de control del metro. 

Es público y conocido que el gobierno de Ciudad de México ha reducido el financiamiento para el sistema de transporte colectivo metro. Por tanto, resulta inverosímil que el gobierno afirme los incidentes y daños que ha sufrido el metro en las últimas fechas sea resultado de un supuesto ataque coordinado contra sus instalaciones (sabotaje).

Lo único que está narrativa efectúa es que se desplieguen más elementos militarizados (la guardia nacional es una corporación policial militarizada) para el control y vigilancia de las actividades civiles. Es un tanto contradictorio que un gobierno que se dice de izquierda propugne cada vez más la militarización del día a día del país.

Sé que sonaré algo extremista, pero cada vez se involucra a los militares en más actividades cotidianas. Hoy, los militares ya vigilan lo que realiza la ciudadanía en el metro, y, por lo visto, ejercen detenciones que me suenan arbitrarias. Al rato, los militares nos vigilarán en otros momentos más cotidianos de la vida. Vaya que este despliegue inusitado de elementos de la guardia nacional me recuerdan a ese Gran Hermano del cual nos advertía el magnífico Orwell. Por eso me pregunto ¿qué hace la guardia nacional en el metro?