Registran más de 11 mil muertos tras terremoto en Turquía y Siria; turcos piden más ayuda

Dos catastróficos terremotos ocurridos la madrugada del lunes en la zona fronteriza entre Turquía y Siria han dejado 11 mil 200 personas muertas, lo que convierte a los siniestros en los más letales en más de una década.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, recorrió la “ciudad de tiendas de campaña” de Kahramanmaras donde permanecen quienes se vieron obligados a dejar sus casas, y tras reconocer deficiencias en la respuesta inmediata de la tragedia, se comprometió a que nadie “se quedará en la calle”.

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Turquía ha comenzado a recibir ayuda de otros países con la llegada de equipos de rescate para encontrar a sobrevivientes, por lo que han trabajado durante toda la noche en ambas naciones afectadas en busca de señales de vida debajo de los restos de los miles de edificios que colapsaron tras los sismos de magnitud 7.8 y 7.6.

No obstante, ciudadanos turcos continúan pidiendo al gobierno el envío de más ayuda a la zona del desastre, ya que la destrucción afectó a 10 provincias que fueron declaradas zonas de desastre por el gobierno, y entró en vigor la declaración de estado de emergencia durante tres meses.

Más de ocho mil personas han sido sacadas de entre los escombros en el país y cerca de 380 mil se han refugiado en los albergues gubernamentales y en hoteles, según autoridades.

Hasta 23 millones de personas podrían resultar afectadas en la región, indicó Adelheid Marschang, titular de emergencias en la Organización Mundial de la Salud, quien calificó la situación como una “crisis sumada a múltiples crisis”.

Mientras que este miércoles la cifra de decesos en el país superó las ocho mil 500 personas, según la agencia de gestión de desastres de Turquía, Erdogán señaló que 13 de los 85 millones de habitantes del país fueron afectados.

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Por otro lado, en el norte de Siria, controlada por el gobierno, hay mil 200 personas muertas, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Damasco, y al menos mil 400 más murieron en la región controlada por los rebeldes, reportó el grupo de emergencias Cascos Blancos.

En dicho país, la ayuda se ha visto obstaculizada por la guerra y el aislamiento de la región controlada por la oposición a lo largo de la frontera, rodeada por las fuerzas del gobierno de Damasco, respaldadas por Rusia.

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