Retrato Ormeta- ¿Qué paso con el aeropuerto de Texcoco?

Retrato Ormeta- ¿Qué paso con el aeropuerto de Texcoco?

El aeropuerto de Texcoco era un enorme proyecto de infraestructura impulsado por el gobierno del presidente Peña Nieto y la justificación para la construcción de la obra en tierras texcocanas, derivaba en que este nuevo aeropuerto podría ayudar a remediar el congestionamiento en el que se encontraba y encuentra el aeropuerto internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”. Era una obra de calado mundial, pues dicha construcción se apuntalaba a ser una de las más modernas y con mejor conectividad como los son las actuales terminales aéreas de Turquía o Singapur. Así, el gobierno anterior puso manos a la obra para su modelamiento, tenía ya los inversores, las licitaciones de construcción ya estaban asignadas y todo un proyecto de inversión giraba en torno a semejante obra que prometía una gran derrama económica no sólo para zona, sino también para todo el país.

Hasta diciembre de 2018, el aeropuerto de Texcoco tenía un avance del 30% en lo que a su construcción constreñía. Sin embargo, el presidente López Obrador decidió que la cancelación de semejante obra de infraestructura era inminente, decisión que encontró respaldo mediante una consulta popular en la que, por cierto, sólo participaron un millón de personas, lo que significó que menos del 1% de la población con derechos políticos activos para votar tomaron la decisión de cancelar la construcción del aeropuerto texcocano. Es más, el presidente López Obrador emprendió una campaña desmedida no para incentivar la participación ciudadana en aquella simulación de participación democrática, sino que el presidente tomo el discurso de que el aeropuerto estaba plago de irregularidades, el tufo de corrupción lo había contaminado y era una obra faraónica digna del neoliberalismo, por lo que, no tenía más remedio que cancelarla.

Por tanto, el presidente López Obrador decidió cancelar la construcción del aeropuerto en Texcoco y para enfrentar el problema del congestionamiento del aeropuerto internacional de la Ciudad de México, decidió que construiría una nueva terminal dentro de las instalaciones de Santa Lucía. A pesar de que existían serios estudios acerca de que una terminal en Santa Lucía no podía operar con la misma capacidad que originalmente se tenía planteada en Texcoco y, además, de que existían estudios que mostraban el riesgo que podrían llegar a correr los aviones en posibles colisiones si llegaba a operar a su máxima capacidad tanto Santa Lucía como el “Benito Juárez”, no fue motivo suficiente para detener la alternativa del aeropuerto en campo militar. Es más, el presidente López Obrador se empecinó en destinar todos los recursos necesarios para acelerar la construcción de las pistas en este nuevo aeropuerto.

Es cierto que el presupuesto del aeropuerto de Santa Lucía era mucho más barato que el asignado para el de Texcoco, aunque con la cancelación de este último, el Estado mexicano ya no invirtió un solo peso más para continuar con su construcción, pero tendrá que erogar miles de millones de pesos para resarcir los daños a terceros que ocasionó la cancelación de semejante obra. Sumado a esto, el aeropuerto en Santa Lucía rebasó por mucho su costo originalmente planeado, por lo que, no resultó tan económico como el gobierno quería vendérnoslo. Con ello, el Estado Mexicano tendrá que pagar los costos económicos de la cancelación del aeropuerto de Texcoco y tendrá que costear los sobrecostos que tiene el aeropuerto de Santa Lucía. Lo que significa que tenemos un solo aeropuerto –Santa Lucía- que no resuelve el problema que justifico su construcción, aunque los mexicanos tendremos que pagar con nuestros impuestos el costo de dos aeropuertos.

Todo esto viene a colación porque en días pasados, el presidente López Obrador declaró en una mañanera que “escondió” al público un dictamen en el que sus entonces Secretarios de Hacienda, de Comunicaciones y Transporte, y su Jefe de Oficina concluían que debía seguir con la construcción del aeropuerto de Texcoco, dictamen que el presidente no mostró al público cuando se convocó a la supuesta consulta popular y que paso por alto a la hora de hacer sus declaraciones en contra del aeropuerto de Texcoco. Los resultados están latentes, el presidente logró cancelar la obra neoliberal que significaba el aeropuerto de Texcoco a costa de la deuda que tendremos que pagar millones de mexicanos con nuestros impuestos y que al final nos quedaremos con el aeropuerto en Santa Lucía que no soluciona el problema de congestión en el que está el aeropuerto internacional de la Ciudad de México. 

Ormeta: Y el secretario de seguridad pública federal en la era de Felipe Calderón fue condenado por un jurado en Estados Unidos por diversos delitos que era su deber combatir cuando ocupo tan alto cargo público. 

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